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Ayato decidió seguir el consejo de Hinami y regalarle flores, un hermoso ramo de rosas rojas. Llegó al departamento de la chica y llamó a la puerta; ella abrió de inmediato.

– Oh. Pasa –se giró, encaminándose al sofá.

– Hola Tn, ¿Cómo estás? Bien, gracias –dijo, regañándola.

– Oh cállate –se recostó en el sofá, mirando la película de terror en el televisor.– Tú nunca has tenido modales, ¿O te olvidas los días en que eras el pequeño "bad boy" de Aogiri?

– No lo olvido. Me refiero a que podrías saludar –dijo acercándose.

– Sí, sí –lo miró.– ¿A qué vienes?

– ¿No puedo pasar a verte?

– ...Actúas raro, ¿Qué buscas?

– No deberías tratar así a quien te salvó.

– No te lo pedí.

– ... –suspiró.– Como sea –enseñó el ramo.– Te traje esto. Y antes de que preguntes, no quiero nada a cambio...sólo quiero que sonrías de nuevo, como antes.

– ... –sonrió.– Eres un tonto.

Tn se levantó y tomó el ramo, besando la mejilla de contrario. Ayato sonrió, pensando en que las flores realmente habían sido una buena opción.
 

Pobre Ayato, no sabía que un ramo de rosas no cubrían un cadáver...

– Las pondré en agua.

Tn tomó un florero y quitó aquellas flores de plástico que tenía como decoración, se encaminó a la cocina y llenó este con agua, para luego colocar el ramo de rosas; tomó este y lo llevó al living, colocándolo sobre un mueble. Giró y miró al chico.

– ¿Te quedas conmigo? Estaba viendo una película de terror.

– Me encantaría –tomó su mano.

Ambos se sentaron en el sofá, para ver aquella película.

La noche había caído ya, y ambos jóvenes se habían pasado la tarde viendo películas. Ayato se estiró y bostezó, luego bajó la mirada hacia la chica; Tn estaba recostada en el sofá, con su cabeza sobre las piernas del peliazul. Él sonrió y se levantó con cuidado, tratando de no despertarla, luego la tomó en brazos y la llevó al cuarto.

– Hm –gimió.– Ayato... –murmuró, removiéndose entre los brazos del chico.

– Shh. Tranquila, es hora de dormir –sonrió.

Ella asintió, acurrucándose. Él recostó a la chica en la cama y la cubrió con las sábanas, para luego besar su cabeza.

– Descansa, Conejita.

Sonrió y salió del cuarto, cerrando la puerta. Fue al living y apagó el televisor, tomó las tazas de café y las lavó en la cocina, y luego dejó el departamento.

[Día siguiente]

Ayato se colocó su chaqueta y salió de su cuarto, bajando las escaleras. En el pasillo, se cruzó con Hinami.

– Oh. Ayato-kun, buenos días.

– Buenos días, Hina.

– ¿Cómo está Tn-chan? ¿Las rosas funcionaron?

– Eso parece, ayer por fin sonrió de nuevo. Pasamos la tarde viendo películas, y ella se durmió en mi regazo –sonrió.

– ... –sonrió.– Ella te gusta.

Blue Knees 🥀 Ayato/Haise/Shuu 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora