Blue Knees 🥀 Ayato/Haise/Shuu 🔞

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[Principios de Diciembre]

Tn estaba viendo anime, cuando su teléfono comenzó a sonar; ella contestó, sin despegar la vista del televisor.

– ¿Si?

– Tn, ¿Estás en casa?

– ¿Conejito? Sí, estoy en casa, ¿Por qué?

– Pon la televisión, el noticiero. El CCG atrapó a Takatsuki Sen y...ella dará su última entrevista hoy.

– ¿Qué? Ah...Espera, lo pondré en seguida –tomó el control remoto y colocó las noticias.

– Hablar así ante tanta gente me recuerda a cuando salió el "Huevo de la Cabra Negra" –dijo Takatsuki.– El trabajo que más tiempo me ha tomado...el que más quería hacer. Estoy tan agradecida de que me dejaran anunciarlo en este lugar, frente a todos ustedes. Este será un trabajo que sugiere la vida misma del autor, la historia de Takatsuki Sen como individuo.

– ¿Qué...? Es sobre su último libro, tenía esta entrevista programada...pero no sabía que el CCG la había capturado.

– ¿Has leído su último libro?

– N-No, quería hacerlo, pero...no lo tengo aún.

– Ya veo.

– Pero antes de presentarles mi trabajo hay algo que quiero decirles a todos –todos quedaron en silencio, esperando a lo que la escritora diría.– Soy un "ghoul" –confesó.

– Oh, dios... –murmuró.

– Ella...es parte de Aogiri.

– ¿Qué?

– ¿Recuerdas a Eto? La "niña" de quien te hablé.

– Sí.

– ...Ella es Eto.

– ¿...Qué? –exclamó con sorpresa.

– Mi último trabajo está escrito únicamente para mis hermanos y camaradas solitarios con anhelo de carne y sangre, aquellos que en este mundo "nacieron mal" –dijo sonriendo.

– Un libro...dedicado a los ghoul... –murmuró.

[13 de Diciembre]

Tn abrió la puerta, viendo a Ayato del otro lado.

– Oh, Conejito.

– Hola –sonrió.

– Pasa.

Él entró y ella cerró la puerta.

– ¿Quieres beber algo?

– No, sólo pasé un momento.

– ¿Estás ocupado?

– Mucho. El CCG llegó a la Isla Ru hace unas horas, están peleando con Aogiri.

– Oh, dios...Es un problema.

– Sí. Como sea, no vine por eso. Te traje algo –enseñó la bolsa de regalo que traía.

– ¿Uh?

– Es para ti –sonrió.

Ella sonrió, tomó la bolsa y la abrió, sacando de ella el último libro de Takatsuki Sen.

– Oh, Conejito... –lo miró.– Muchas gracias –lo abrazó.

– No es nada –sonrió, correspondiendo.– Por eso te pregunté si lo tenías, y sabía que querías leerlo.