Blue Knees 🥀 Ayato/Haise/Shuu 🔞

🥀 13

Tn se encontraba recostada en el sofá, comiendo galletas mientras veía una serie. De repente su teléfono sonó; ella levantó una ceja, dejó sobre la mesa de café el paquete de galletas y sacudió sus manos para deshacerse de las migajas, tras ello se estiró un poco y tomó su teléfono, el cual también estaba sobre la pequeña mesa. Tenía dos mensajes de texto: uno de Hiase y otro de Ayato; decidió primero abrir el del menor, y luego el del investigador.

‹‹De: Conejito
   Para: Conejita

Tn, tengo algo importante que decirte, así que iré a verte mañana. Nos vemos››

‹‹De: Bae
   Para: Babe

Babe, necesito decirte algo importante. Iré mañana, en cuanto termine de trabajar.
Te quiero››

– ¿Importante?

Ladeó la cabeza a un lado. Suspiró y respondió a ambos afirmativamente, diciendo que los esperaría. Sin darle más importancia, arrojó el teléfono a un lado sobre el sofá y volvió a tomar la caja de galletas, para seguir comiendo y viendo su serie.

[Día siguiente]

[Tarde]

Tn se encontraba en el sofá, con las piernas sobre este, comiendo galletas y viendo un anime.

– ¿Qué demonios se supone que es esa máscara? –preguntó para sí, dándole una mordida a la galleta.

La puerta se oyó, primero alguien llamó, pero en seguida procedió a entrar; cuando se cerró, unos pasos se acercaron al living.

– Tn –llamó.

– ¿Ah? –lo miró.– Hola, Conejito –sonrió.

La chica le colocó pausa al capítulo, dejó las galletas sobre la mesa de café y volvió la vista al peliazul. Ayato se sentó junto a ella y frunció el ceño.

– Te dije que dejaras de comer esas cosas de humanos, sólo te harás daño.

– Lo sé, no importa.

– Tn...

– Venías porque querías decirme algo importante, no a regañarme, ¿Verdad?

– ... –suspiró.– Sí.

– ¿Qué sucede?

– ...Participaré en la Subasta.

– ¿Subasta? ¿Tú?

– Sí. Sé que si no te lo contaba, te molestarías después, así que...por eso vine. De todos modos, no te preocupes, todo saldrá bien.

– ...Mientras no termines en el CCG y vuelvas bien, estaré tranquila –sonrió.

– ... –sonrió.– Volveré a salvo, lo prometo.

– Más te vale.

El peliazul rió y besó a la chica; ella correspondió, abrazándolo por el cuello. El joven tomó a la menor por la cintura, atrayéndola hacia él, haciendo que ella se siente en su regazo con sus piernas a los lados de su cintura. Se separaron cuando el aire se le acabo, tenían las respiraciones agitadas y las mejillas sonrojadas.

– ¿Cuándo es la Subasta?

– Mañana.

– ¿Quieres que nos "despidamos bien"?

El chico sonrió y volvió a besarla, ella correspondió.

[Noche]