Blue Knees 🥀 Ayato/Haise/Shuu 🔞

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– ¡Oye! Haise –llamó Shio.

– ¿Hm? –lo miró.

– La Escuadra 0 ¿Irá con el grupo trajeado o el del lab? ¿Cuál?

– Yo quiero ir contigo –habló Yusa.

– Me sé los planos del laboratorio de memoria –dijo Hirako.– Sería buena idea ir contigo.

– Sin dudas sería una gran ayuda traerte, Hirako, pero...lo trajes también necesitan alguien con la experiencia de un investigador. Los infiltrados al lab sólo seremos unos pocos. Gente resistente –miró a los ghouls.– Ayato.

– ¿Por qué soy el primero en el que piensas? Geez...

– Nishio.

– ¿Geh, yo? Bien, anótame en el trabajo de mierda.

– Kuro.

– Hm –asintió.

– Estos cuatro. No necesitamos más. Considerando el personal que protege el lab, queremos evitar todo conflicto posible –miró al pelimorado.– Tsukiyama tomará el liderazgo del grupo con traje.

– Oui, mi rey –sonrió.

– Irimi, Miza y Hinami...los apoyarán.

– Entendido.

– Oi –llamó alguien llegando.– Iré al laboratorio. Probablemente necesitas uno más que sepa cómo huele la droga supresora de RC, ¿Cierto?

– ...Cambiaré los miembros, entonces –miró al pelinaranja.– Nishio, tú irás con los trajes –volvió la vista al recién llegado.– ¿Cómo debería llamarte?

– "Seido Takizawa", "Owl", lo que sea, da igual.

– Ya veo. Entonces tú nos acompañarás al laboratorio, Takizawa.

– Kaneki –llamó.– ¿Qué debería hacer el Mono Demonio?

– El Mono Demonio debería cuidar el fuerte.

– ¡Recibido!

– Touka y Yomo, ¿Pueden mantener contacto con Koma y los otros? Comunicaciones.

– Sí.

– Y Tn –la miró.

– ¿Oh?

– Tú te quedas en tu cuarto.

– ¿Qué?

– No sabes pelear ni usar tu kagune, además aún estás algo débil, ¿No?

Ella se sonrojó, encogiéndose de hombros; era cierto, el haber consumido tanta comida humana la había debilitado demasiado.

– Quédate en tu cuarto hasta que regresemos. Ante cualquier problema, te comunicas con Touka y Yomo. ¿Entendido?

– Está bien...

– Bien –sonrió.

– Kaneki –llamó Touka.– ¿Podríamos hablar cuando vuelvas?

– Seguro.

[Noche]

Tn se colocó su pijama y se sentó en la cama a cepillarse el cabello, cuando alguien llamó a la puerta.

– ¿Uh? Adelante.

Al cuarto ingresó un chico peliazul, de rostro serio aunque algo sonrojado.

– Ayato...

– ¿Podemos hablar?

– ...Está bien.

Él cerró la puerta y se acercó a ella.