Capítulo 37.

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Después de terminar de maquillarlo le doy un espejo y veo como sonríe y se para de la silla, caminando a mi cama.

—Te miras bien —el voltea hacia mí y frunce el ceño.

—¿Bien? ¡Me veo guapo y sexy! —río y me siento en la silla frente al espejo, empiezo a maquillarme y cuando estoy a punto de terminar tocan a mi puerta, el la abre y puedo ver a Simón pasar.

—¡Hey brother! ¿Cómo estás? Hace mucho que no te veía por aquí —hacen su típico saludo y yo sigo maquillandome.

—Ya saben que cuando me invitan yo siempre estoy aquí —río ante sus palabras y tomo la otra brocha.

—Cámbiate tu primero Leo —el asiente y toma su ropa, camina al baño y cierra la puerta, volteó hacia Simón y hago una cara fea, el hace una mueca y me mira a los ojos.

—Te miras horrible —sonrió y me siento en la cama.

—Gracias —me encogo de hombros y cuando veo salir a Leo empiezo a chiflar, veo como se sonroja y río.

—¿Me veo más sexy de lo que ya era?  —asiento y tomo mi ropa, entro al baño y me empiezo a cambiar.

Mi conjunto se basa en, un short corto negro, unas medias negras rotas, un cropt top de tirantes, y una chaqueta de Leo, con unos zapatos negros Vans, cuando salgo veo cómo Leo abre los ojos y empieza a silbar, sonrió y por último me pongo sangre en las piernas, los brazos, la cara y el estómago y repito el proceso con Leo, tomo mi teléfono, y nos tomo una selfie, tomo las armas de debajo de mi cama, que no están cargadas, ninguna tiene balas, y le doy la de el a Leo, la mía es una Scar y la de el una Famas.

—¿De donde las sacaste? —le guiño el ojo y sonrió.

—Papá tiene contactos —me encogo de hombros y veo la hora, 8:00 pm —. Duramos bastante en cambiarnos —el asiente y sale del cuarto, camino detrás de él y veo a los chicos ya vestidos con sus trajes.

—¿Me veo bien chicos? —doy una vuelta sobre mi eje y puedo escuchar los silbidos de los chicos, sonrió y termino de bajar las escaleras.

—Te ves bien —Simón hace un like con su mano y le sonrió.

—Lo que yo quiero saber es donde conseguiste esta belleza —silba mientras toma mi arma y me encogo de hombros.

—Un amigo de papá tiene un lugar donde vende armas y papá las compro, sin balas —Ryan asiente y me la devuelve.

—Vamonos —todos asentimos y nos subimos a la camioneta de Leo, el maneja y cuando llegamos a la fiesta en la casa de Lai, me bajo y camino a la puerta con Leo de mi lado, busco entre las personas a Lai y cuando la veo esta platicando con Thomas, pasó una mano por la cintura de Thomas y puedo ver cómo se tensa, voltea hacia mí y cuando me ve se relaja.

—Te ves hermosa —me dice en un susurro y sonrió sonrojandome.

—Gracias —le doy un beso en la mejilla y el sonríe.

—¿Quieres bailar? —asiente y lo tomó de la mano hacia la pista, empezamos a bailar varias canciones y cuando se llega el momento de anunciar a los ganadores todos se quedan callados escuchando a Lai.

—Hola chicos, buenas noches, como muchos ya saben, en estas fiestas siempre ay una reina y un rey de los disfraces y eso es lo que sabrán en unos momentos —ella saca un sobre de detrás de su espalda y cuando lo abre, da un chillido que hace que me tape los oídos—. ¡Leanna y mi querido hermano Leo! —camino hacia arriba de la tarima junto con Leo y hacemos una reverencia, ella me da mi tiara y a Leo su corona, bajamos de la tarima y empiezo a caminar hacia Thomas, la música empieza a sonar y cuando estoy a punto de llegar escucho un chillido que proviene de la pantalla gigante donde pasan los vídeos musicales, volteó y veo toda la pantalla de negro, escucho como todos se quedan callados, y frunzo el ceño, y de repente se ve como una silueta aparece en la pantalla sonríendo.

Hola amigos, espero y se la estén pasando de maravilla, solo les detengo un poco la música para darle un aviso a una amiga mía que anda por ahí —aprieto mis ojos y corro hacia mis hermanos, cuando llego los veo igual de confundidos que yo y volteamos hacia la pantalla—. ¿Reconoces estás sillas, Lea? —veo como ahora están tres sillas acomodadas seguidas, cierro mis ojos y doy un suspiro cansado—. ¡Vendrá otro hermano! Ya no serán dos, ¡Serán tres! Solo te avisaba para que esperes el ataque, adiós —y veo que la silueta desaparece de la pantalla.

—Tenemos que irnos a casa chicos, no estamos seguros aquí —ellos asienten y yo me despido de Thomas, Lai y Leo, camino con los chicos hacia el auto y abro la puerta para subirme, entro y los chicos entran después de mi, Ryan empieza a manejar y cuando llegamos a casa, subo a mi cuarto y me doy una ducha, me pongo mi pijama y me acuesto abrazada a mi almohada, y en algún momento de la noche termino dormida.

~Tres horas después.~

Abro un poco mis ojos por un crujido que se escucha afuera de mi ventana, me levanto y me asomo por una esquina de la ventana, cuando no veo nada, volteó y siento como me toman por la cintura y me ponen un pañuelo blanco en la nariz, siento como mis ojos se empiezan a cerrar y antes de que me duerma escucho que alguien susurra.

Dulces sueños, muñeca.

*

Se viene lo bueno, amigos.

No tengo más que decirles, saquen sus propias conclusiones.

Byeeeeeee.

El secreto de mi familia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora