Maybe

[21]

—¡Soy una guerrera con uniforme Sailor que defiende el amor y la justicia! —exclamó Nayeon, totalmente en el interior de su personaje del que iba caracterizada con un impresionante disfraz— ¡Sailor Moon te castigará en el nombre de la Luna!

Jihyo, vestida como Sailor Mars, dio un paso adelante y también pronunció aquel lema. La verdad, ella ni loca habría querido vestirse de aquella manera, pero por hacer sonreír a Nayeon en aquel día que tanto le gustaba, terminó por ceder.

—Soy una guerrera con uniforme Sailor que lucha por el amor y la pasión. ¡Soy Sailor Mars, y te castigaré en el nombre de Marte!

—Soy una guerrera con uniforme Sailor que lucha por el amor y la fuerza. ¡Soy Sailor Jupiter, y te castigaré en el nombre de Júpiter!

Momo terminó aquella presentación de las tres Sailors y Taehyung que las había observado, aplaudió entusiasmado. Estaban en la cafetería del instituto —que se había convertido ya en su lugar de encuentro habitual—. Su escuela, desde hacía unos años, permitía a los estudiantes acudir disfrazados en un día como aquel, Halloween, siempre que estudiaran de igual manera que los días normales.

—¡Dejadme adivinar! ¡Jeongyeon es Sailor Mercury! —exclamó el chico con determinación.

—Qué va —negó Nayeon—. Ella no se va a disfrazar.

—¿Qué? ¿Por qué no?

—Ella no celebra Halloween —señaló Momo, tan apenada como las demás.

Taehyung asintió.

—Y tú te has disfrazado de... —Jihyo miró el atuendo del castaño que ya no lo era, llevaba una peluca de artificiales cabellos amarillos y rizados, sus labios estaban coloreados de un fuerte color rojo y un lunar estaba dibujado sobre estos. Para más ende, vestía un holgado vestido de color blanco rematado por unas deportivas azules en sus pies.

—¡Marilyn Monroe! —exclamó, haciendo una coqueta y afeminada pose— ¿A que estoy divina?

—Bueno.

—¿Solo bueno?

Nadie dijo nada más debido a que Jeongyeon llegó justo en ese momento.

—¿Por qué has tardado tanto? —cuestionó Momo con preocupación.

—Estaba hablando con la tutora —informó.

—Es verdad, ya han empezado las charlas sobre qué estudiaremos el próximo año —comentó «Marilyn»—. Es nuestro último año de instituto, después de todo.

—La verdad, no tengo nada claro —dijo la castañita, molesta consigo misma.

—Olvida eso y vamos a comer —aconsejó «Sailor Moon», hambrienta.

A otro lado del lugar, Jimin trataba de calmar sus respiraciones.

—Vamos, Jimin, puedes hacerlo —se dijo—. Dile un par de cosas bonitas, será un buen comienzo.

Tomó una última bocanada de aire y caminó hacia la mesa donde ya comían sus amigos.

—Ahí viene Jimin —anunció Nayeon, señalando al rubio con sus palillos.

Todos se giraron y lo pudieron ver disfrazado de entrenador Pokémon de forma algo infantil quizás. Jeongyeon sonrió de forma maliciosa.

—¡Mirad! ¡Jimin se ha disfrazado de idiota! —se jactó.

—Al menos necesito un disfraz para parecerlo —contraatacó, enfurruñado. Quizás ese pequeño «plan» de decirle «cosas bonitas» no sería tan sencillo.