[Extra: El segundo amor de Taehyung]

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Cuando Taehyung terminó la educación primaria, decidió continuar la secundaria en un lugar distinto. Había contado que se sentía atraído por los chicos el año anterior y sus compañeros se habían reído de él, aislándolo por completo. Así pues, decidió comenzar de nuevo. Se apenó por tener que despedirse de su amiga Kyungwan, que era un año menor que él —por lo tanto, ella no había acabado la escuela.

Fue bien recibido en el comienzo de su primer curso. Sin embargo, debido a su timidez, no consiguió hacer amigos. Más adelante, conoció un programa del instituto llamado «alumnos ayudantes», este consistía en una élite de estudiantes que luchaban por acabar con el acoso escolar. Decidió ser parte para detener aquello que tanto había sufrido —realmente no quería que nadie pasara por lo que él había pasado—. Tenía grandes expectativas, pero cuando llegó, resultó haber un solo miembro a excepción de él mismo; Kim Seokjin.

Kim Seokjin estudiaba dos cursos superiores al suyo y sacaba notas realmente buenas. Además, era sumamente apuesto, divertido y amable, por lo que todas las chicas caían por él. Y, cómo no, Taehyung también terminó cayendo por Seokjin. Claro que no fue más que un tonto enamoramiento; Seokjin era heterosexual hasta las uñas. Pero de un modo u otro acabaron haciéndose buenos amigos; Seokjin con sus bromas y esa manera tan simple de ver las cosas y Taehyung con su seriedad frente al trabajo y esa visión filosófica que no aparentaba tener.

Ya en el segundo curso del menor, eran inseparables.

—Ey —durante el descanso, Seokjin caminaba con paso vigoroso por el pasillo de segundo mientras guiñaba el ojo a unas chicas que rieron en respuesta. Vio a Taehyung, que colocaba algunos libros en la taquilla, y se acercó a él—. ¿Qué tal, Tae? ¿Preparado para la reunión de hoy?

—¿Reunión? —él lo miró confuso, la reunión del consejo ya había sido hace poco. Los cabellos del chico eran más cortos y oscuros a como lo fueron el año siguiente.

—Claro —en cambio, los de Seokjin eran de un castaño casi rubio y su tono era mucho más animado—, la reunión de alumnos ayudantes. Hoy toca.

—Ah.

Sonrió divertido. Por norma debía celebrarse una reunión así una vez al mes. Claro que, al ser solo dos, terminaban pasando la tarde comentando series de televisión o leyendo manga. Era su momento especial.

—¿Salimos?

Era verano, por lo que la mayoría de estudiantes iban al patio; unos a jugar baloncesto o a fútbol y otros a sentarse bajo la sombra de los árboles y platicar. Ellos dos se situaron justo al lado de la cancha donde unos jugaban fútbol, apoyados en una valla de metal.

—Anoche fui a casa de Nayeon —comentó Seokjin mirando entre los barrotes, tímido.

—¿A hacer qué? —preguntó el otro.

—Obviamente a estudiar, no traga las matemáticas. ¿Y quién mejor que yo para ayudarle? —hizo un gesto narcisista y Taehyung rodó los ojos.

—¿Cuándo le vas a decir que te gusta?

El mayor se lanzó hacia su amigo y le tapó la boca. Taehyung se preguntó la razón, pero vio a la nombrada acercarse con tres chicas más.

—¡Oppa! —llamó la de dientes de conejito, con su cabello repartido en dos coletas— Gracias por tu ayuda —le dijo con una gran sonrisa—. El examen me salió realmente bien.

—No fue nada, Nayeon —de repente Seokjin había enrojecido y sus gestos se habían vuelto torpes—. Cuando necesites ayuda de nuevo, ya sabes...

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