-¿Te gusta mi corazón? -Magnus había estado sorprendido de que alguien de la edad de Alec dijera algo así, alguien criado entre los "Perfectos", además.
Aunque eso no impidió el salto feliz de su corazón y el estremecimiento de su alma. Estaba tan tentado a robar a Alec, tenerlo a su lado todos estos años, tendría la misma paciencia que si estuviera en el FOIRFE, pero manteniéndolo a su lado. Era una gran tentación.
Alec su miró, a sólo unos centímetros de distancia, desde su pecho. Sus ojitos azules brillando demasiado. -Sí, late bonito, Magus. Espe dice que cada corazón tiene una canción diferente, ninguno late igual. Me gusta la canción de tu corazón -la sonrisa de Alec era tan sincera, tan inocente, tan llena de...algo que Magnus no creía posible hasta que lo conoció.
El pulgar de Magnus acarició su mejilla pálida, que se pintó de rosa ante del toque.
Magnus se sentó, con cuidado de no maltratar la flor "De cielo" -regalo de su niño- y sin soltar a Alec. Magnus bajó su mano hasta el pecho de Alec. -Esperanza es muy lista, pero, ¿te digo un secreto?
Alec asintió varias veces. Sus ojitos muy abiertos.
-Sí hay dos corazones que laten igual, mi niño. Cada latido busca a su compañero, lo llama, canta para él hasta que se encuentran.
La boquita de Alec era una pequeña O. -¿De verdad, Magus? ¿Todos? -preguntó, cuando Magnus asintió-. ¿El mío también?
-El tuyo también mi niño. Cuando seas grande, tú no vas a tener un príncipe -Magnus frotó con su pulgar el pucherito de Alec-, porque tú ya eres un príncipe, tú vas a encontrar al corazón que cante igual que el tuyo, ¿quieres?, alguien especial para ti, mi ángel.
Alec gritó un "¡Síiii!" y sonrió feliz mientras Magnus se ponía de pie con él en brazos. -¿A dónde vamos?
-A hacer magia -Magnus dio un golpecito en la nariz de Alec, con la flor, lo que hizo reír a Alec-. Vamos a ocultar a mis ángeles.
El pequeño Alec hizo un puchero. Él era su niño de cielo, de ojos de cielo, su ángel... ¿Magus tenía más?
Magnus se rió enternecido de la expresión triste y confundida de Alec.
-Vamos a ocultar tus ojitos de ángel -le explicó, cuando volvieron a su carpa, acariciando bajo uno de ellos- y también nuestra flor de cielo. Ustedes son mis dos ángeles, mis dos pedazos de cielo. Tú eres mi niño especial y la flor es especial porque me la diste tú.
Entonces Alec sonrió, feliz. Era sólo él.
Y la flor.
Magnus se sentó al lado de Alec, en la cama. -Mañana, mi niño, vas a volver a casa, con tus papis. No puedes decir que estuviste aquí conmigo y Esperanza, vas a guardar el secreto, ¿sí? Así como tus ojitos.
Alec ya empezaba a hacer pucheros. Él no quería irse, ¿no podía vivir aquí, con Magus?
-Vamos a ocultar tus ojitos de cielo, Alec, para que sólo yo los vea. Y te vas a llevar esto -Magnus envolvió la flor en su mano, parecía que la estaba aplastando, pero cuando la retiró estaba intacta-. Sólo tú y yo, mi niño, veremos el color del cielo en ella, para los demás será de cualquier otro color. Nunca va a marchitarse, porque es mágica. ¿Y te digo un secreto? -Alec asintió, ya atraído por la historia-. Cuando tú quieras verme o hablarme, sólo tienes que usar la flor. Y yo estaré ahí.
-¿De verdad? -Alec tomó la flor con cuidado, era azul de nuevo. ¿De verdad era mágica?
-Sí. Yo no puedo vivir contigo porque mi casa está aquí, pero siempre voy a estar cerca de ti. Siempre, siempre. Esperanza va a traerte aquí algunos días y otras veces yo voy a visitarte. Pero siempre puedes hablarme, usando nuestra flor de cielo, y ahí estaré yo.
Alec todavía no quería irse, pero eso sonaba bien. -¿Promesa?
-Promesa.
Esa flor era un regalo de ambos para el otro. Esa flor sería un pedazo de cielo para los dos. Sólo para ellos.
CONTINUARÁ...
¿Qué tal el regalo de Magnus? ¿Y la historia de los corazones? 😻
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Gen H (Malec)
FanfictionTERMINADA» La homosexualidad es una mancha en la perfección del reino Foirfe «Perfecto». El llamado "Gen H" y es detectada en los humanos con ojos azules. ¿Qué hacer cuando uno de los príncipes tiene el Gen H activo? Obra registrada en safecreative:...