38. No un príncipe, pero sí mío

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Alec estaba mirando a Magnus hablar con los demás libertos...




«—Eres como un príncipe –recordaba haberle dicho en una ocasión, porque en el FOIRFE las posiciones eran importantes y era difícil olvidar aquello que aprendes y que te rodea todos los días.

El estómago de Alec se había llenado de mariposas entonces, recordando cuando él era sólo un niño y preguntó si él también podría tener un príncipe.

Tal vez su mente intentaba protegerse y hacía un lado aquello que dolía, por ejemplo los golpes que –con sólo tres años– había recibido de su padre. No olvidaba que no podía tener ojos de cielo porque vivía entre monstruos, pero era inútil guardar rencor así que hacía a un lado la parte donde el gran Robert Lightwood le daba un golpe en pleno rostro...

...pero no olvidaba al chico de sus sueños, a quien lo salvó, quien lo rescató no sólo de ese momento sino que le dio un sentido a su vida. Su persona especial.

"Somos Lightwoods, no puedes casarte con una cualquiera. Incluso si eres tú, Alexander. Somos los más importantes y tu prometida será alguien digna..."

¡¿Y quién más digno que el príncipe de los libertos en la SAOIRSE?!

Sí, no se supone que Alec pensara en relaciones con alguien que también era un hombre y además era mayor que él, pero él no podía evitarlo. El tiempo pasaba y su cariño y admiración por Magnus no desaparecía, sólo crecía y lo volvía loco como en ese momento con el estómago revuelto ante la posibilidad de sí tener un "príncipe" después de todo.

Y Magnus había hecho una mueca. —Aquí no usamos esas etiquetas, Alexander. En la SAOIRSE somos libres, yo me preocupo por ellos, los cuido, pero no mando en ellos, ellos son libres...

—¡Pero eres hijo de una de las fundadoras! –Alec lo gritó indignado, porque él lo sabía. Magnus le había contado la historia de su mamá y su amiga.

—Sigo sin ser un príncipe, Alexander. Si todavía crees que existe la realeza en la SAOIRSE es que de nada han servido todos estos años a mi lado.

Alec había sentido sus labios temblar –por el dolor en el pecho que las palabras de Magnus le habían causado– y después se habían fruncido, ¿por qué Magnus no aceptaba lo importante que era en la SAOIRSE? ¿Por qué no pensaba en que eso era importante para Alec?

Se había limpiado furioso con el dorso de la mano la primera lágrima que cayó y había corrido lejos de Magnus. Había tomado los lentes que siempre tenía ya listos para él y había buscado a Esperanza para irse.

Después se había arrepentido tanto cuando volvió a casa, a la mansión Lightwood que nunca se sentía como un hogar y mucho menos cuando Magnus estaba enojado con él.

Había desperdiciado el par de días que podía pasar en la SAOIRSE y ser realmente feliz.

Y su pecho dolía tanto, le costaba respirar. Alec había pensado que era porque no había dejado de llorar desde que había llegado, pero entonces Magnus apareció de repente en su habitación, su mano en la espalda de Alec y dijo algo, susurró algo como "Está bien, mi niño" y Alec pensó que había hecho magia porque el dolor se fue.

Fue magia, ¿cierto?»




...y no pudo evitar cómo sus labios se curvaron en una sonrisa porque incluso si no lo aceptaba era el más importante en la SAOIRSE, podría no querer el título de "Príncipe" pero lo era.

Y si no para ellos, para Alec sí. La imagen de un "príncipe azul" –el hombre ideal, el hombre de sus sueños– había cambiado cuando conoció a Magnus.

Pero sobre todo, y más importante, nunca para los libertos significaría tanto como para Alec. Ellos podrían depender de Magnus, de su magia, pero Alec vivía por su corazón, por su alma.

—¡Mags! –Alec no pudo evitar gritarlo mientras se ponía de pie de un salto y corría hacia él.

De repente la necesidad de estar cerca era demasiada. Se sentía casi vital acortar esos pocos metros que los separaban porque parecía una distancia imposible.

Alec corrió y casi lamentó ya no ser un niño que Magnus pudiera tomar en sus brazos, pero no importaba cuánto cambiara y creciera. Magnus todavía los abrió para él en cuanto lo vio y sonrió, lo recibió en un abrazo apretado, sus cuerpos chocando, sus corazones llamando al otro. Magnus dio unos cuantos giros con Alec abrazado, aferrado a él.

Y Alec rió, sintiéndose casi mareado. Y eran las vueltas, ¿cierto? Era esa la sensación que llenaba su pecho y su estómago, ¿verdad?

Sólo eso.





CONTINUARÁ...

La fuerza del lazo entre predestinados crece aunque Alec no lo entienda 🙊

¿Quieren un POV Magnus? ¿Saber cómo estaba siendo para él estos años al lado de Alec?

¿No aman esas escenas de ellos siendo cariñosos? Tan hfeghdf 😻💙

Me habían preguntado si podía saberse más de la SAOIRSE, sus costumbres y eso, ¿les gustaría?

Espero que se entienda que aunque Magnus podría ser considerado como un "príncipe" de la SAOIRSE, él no quiera el título como tal 🙈, ellos lo respetan y lo quieren libremente... Y también el pensamiento de Alec, es inevitable que él crezca adoptado al menos parte del pensamiento del FOIRFE, ¿creen que esto podría afectar, la diferente mentalidad de ambos?

Gen H (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora