49. Cielos rojos

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Mientras yo estoy dormido sueño que vamos los dos muy juntos a un cielo azul, pero cuando despierto el cielo es rojo, me faltas tú 🎶


* * *

Magnus tenía un mal presentimiento.

Lo había estado teniendo todo el día. Desde que sus ojos se abrieron sabía que hoy iba a cambiar todo.

Estaba esta sensación extraña en su pecho. Era... No era dolor exactamente, sólo era incómodo. Como una punzada que se extendiera lentamente desde su corazón a cada rincón de su cuerpo. Sus manos hormigueaban, su magia fuera de control, fuera de balance.

Estaba desestabilizando completamente.
Desequilibrio.

Su ancla.

Su alma.

Era su alma, y no sólo su magia, la que se sentía incorrecta e inestable.

Su estómago se revolvió cuando intentó, tal vez por décima vez, comunicarse con Alec y no funcionó.

No hubo flor de cielo que recibiera sus palabras. Que le trajera de vuelta las de su niño.

No hubo respuesta a sus pensamientos hacia Alec, su encadenado, su novio.

Novio.

Su niño con ojos de cielo lo había logrado: eran novios.

Y algún día se casarían.

Magnus frotó su pecho una última vez y miró a su alrededor, a su comunidad, ahí donde todavía habitaba la magia de su madre. Y las almas y el amor de aquellas primeras predestinadas.

La SAOIRSE podría estar en riesgo si la situación era tan grave como su alma le gritaba.

Magnus frotó su rostro con su mano libre y cerró los ojos. Fue una imagen fugaz de Alec, pero fue también un dolor horrible en su corazón.

No, no, no.

La última vez que sintió algo parecido fue...

Magnus se encogió un poco, sintió que podría vomitar. Todo en él dolía, ardía.

—Lo siento, lo siento –lo susurró con los ojos cerrados–. Lo siento. Nunca ha habido posibilidad de elección.

¿Era desleal elegir a Alec, su ya no tan pequeño predestinados, sobre la SAOIRSE, sobre su gente?

—Lo siento –Magnus cerró los ojos, su mano en un puño antes de abrirla, una pequeña nube de magia ya formándose.

—Oye... –Magnus dio un salto cuando lo escuchó y la mano, demasiado fría, se posó en su brazo y bajó hacia su mano.

Él la echó para atrás sin siquiera pensarlo, alejando su magia del chico. Era Imasu, uno de los visitantes. Y su sonrisa, aunque aparentemente inocente, envió un escalofrío por todo el cuerpo de Magnus.

¿Por qué un liberto le provocaba esta reacción?

Magnus sentía a cada liberto, o persona afín a ellos, en su magia y su alma. ¿Por qué era diferente con Imasu?

—Me gustaría hablar contigo... –Imasu estaba diciendo, acercándose más a él. Magnus tembló y no entendió por qué. Se sentía enfermo y débil, más que antes.

Y entonces sucedió. Fue tan vívido como si hubiera sido real, como si el golpe lo hubiera recibido él. Podía sentir la sangre caliente escurrir por su rostro y no era realmente suyo, se dio cuenta cuando, asustado, se pasó la mano desde el párpado hasta la mejilla y no había nada.

—¡NO! –Magnus lo gritó. ¡Era Alec!

Incluso Imasu se sorprendió por la fuerza de su reacción. Aunque se recuperó tan pronto como pudo e intentó detenerlo, pero un segundo Magnus estaba ahí y al siguiente no.

Imasu gruñó alguna maldición justo antes de que el cielo se oscureciera, teñido de rojo.

* * *

Magnus ni siquiera tuvo que pensarlo dos veces o buscar en la mansión Lightwood. Sus ojos se cerraron y lo sintió, lo vio: Alec estaba de rodillas, una de sus manos cubriendo su rostro ensangrentado y cuando su único ojo se encontró con el de Robert había tanta decisión que a Magnus ya no le importó si los descubrían.

Incluso cuando le tomó sólo milésimas de segundo llegar, se preguntó si había sido correcto esperar tanto tiempo. ¿Y si no llegara a tiempo a salvarlo?

¿Si lo perdía por no llevárselo a la SAOIRSE desde niño?

¿Si Alec moría porque Magnus había querido darle libertad para decidir hasta ser mayor?

—Yo no soy perfecto, papá –estaba diciendo Alec cuando él llegó.

Alec bajó su mano, más sangre resbaló por su mejilla. Y él tuvo que parpadear varias veces, su ojo irritado y enrojecido, pero aun así el azul tan claro como el cielo. Su mirada buscando la de su padre.

—Nunca fui perfecto, ¿cierto?

Magnus maldijo en un susurro y entonces el tiempo se detuvo.





CONTINUARÁ...

😱 ¿Qué pasó aquí?

¿Qué piensan de Imasu? 👀

¿Qué creen que pasará? ¿Robert lo vio? ¿Qué hará Magnus? 🙈

Gen H (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora