CAPÍTULO 5.

952 119 41
                                    

Las luces de la planta baja se encontraban apagadas a excepción de una pequeña lámpara en la sala de estar.

Mingyu estaba sentado en el sofá y Joshua frente a él sentado en una silla.

—¿Cuáles son tus intenciones con Haeri Hong?—Cuestionó el joven con seriedad sin apartar la mirada de Mingyu.

—Pues... casarme y vivir con ella.—Respondió casi a punto de reír, aquello era casi cómico, el escenario montado como una especie de interrogatorio de película.

—Ajá, ¿y por qué? ¿No eres muy joven para casarte? ¿Te parece gracioso o por qué parece como si fueras a reírte?

—Bueno, en realidad las personas deciden casarse cuando creen que es el momento, no veo el problema de casarme ahora si considero que estoy listo para hacerlo; además, si me lo preguntas, el cariño que siento hacia ella es-

—Cállate. No me interesan tus discursos de amor, no me des explicaciones que yo no te pedí.

—Pero tú preguntaste-

—Siguiente pregunta. ¿Qué parte de todo esto te parece divertido? ¿El estar con una persona que bien podría ser tu madre o el hecho de que tenga a un hijo casi de tu edad? ¿Cómo debería llamarte, papá o hermano mayor?

—No, es que no me parece divertido. Además mi intención jamás fue venir a tu familia para obligarte a que me vieras como tu padre, para mí también es extraño.

—Ah, al menos entiendes que algo de lo que estás haciendo es por demás extraño y estúpido. ¿Podrías ahora pretender que nada de esto pasó y dejar a mi madre tranquila?

Mingyu observó por un momento el rostro de Joshua quien serio e inmutable le sostenía la mirada. A pesar de que la situación y el escenario parecía gracioso, aquel joven hablaba muy en serio y no parecía tener intenciones de cambiar su actitud. Aún así, quería demostrarle que él también hablaba en serio, así que también cambió su expresión, mostrándose serio de igual manera.

—No.—Respondió con simpleza y Joshua frunció el entrecejo ante dicha respuesta.

—¿No?

—No, Joshua. Lo siento, yo de verdad llegué aquí para hacer las cosas bien. Desde siempre supe que mi relación con tu mamá sería mal vista por muchos, también estaba consciente de que ella tenía un hijo casi de mi edad y aún así decidí venir aquí porque tengo claro lo que quiero hacer. Además Haeri también aceptó esto, deberías apoyar las desiciones de tu mamá.

—Últimamente ella parece no querer detenerse a pensar cada cosa que hace. Solamente toma las desiciones y ya. Por eso estoy hablando contigo, no estoy de acuerdo y no voy a estarlo nunca, así que deberías pensártelo bien antes de casarte.

—Yo no tengo nada que pensar y realmente lamento mucho que no aceptes esto. Mi intención era tratar de llevarme bien contigo, no obligarte a que me vieras como figura paterna pero sí como alguien en quien puedas apoyarte. Mis intenciones con tu madre no son malas, yo de verdad quiero esto.

—Yo no soy ningún incauto, Mingyu. Tengo veinte años y soy lo suficientemente grande como para no ver tus intenciones.

Mingyu sonrió.—Y según tú, ¿cuáles son mis intenciones?

—Interés personal. Auto-beneficio.

—¿Ah sí? Curioso, yo no estaba enterado de mis propias intenciones.

—Deja de actuar como tonto y admítelo de una vez. O termina con esto, harías las cosas más fáciles para todos.

Mingyu sonrió de nueva cuenta y se levantó, Joshua hizo lo mismo no dejándose intimidar por ese tipo.

FATHER? ✨ MinShua 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora