CAPÍTULO 8.

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—¿No crees que esto es muy apresurado?—Cuestionó la señora Hong una vez que estuvieron todos dentro del auto.

Joshua negó con la cabeza.—¿Tú me hablas de decisiones apresuradas? Por favor, mamá.

—No deberías contestarle así a tu madre.—Mingyu intervino sin estar muy seguro de haberlo hecho.

—Y tú no deberías meterte en las conversaciones de otros.—Respondió reafirmando la razón de la inseguridad de Mingyu.

—Joshua, por favor.—Le reprendió la señora Hong.

—Mira, no quiero discutir ni contigo ni con él, tan sólo necesito tu permiso para poder irme con Jeonghan sin que sus padres se preocupen demasiado.

—¿Hablaste con ellos ya?

—Aún no, cuando tenga tu permiso lo haré.

La señora Hong suspiró.—Hijo, sabes que a mí no me molesta que te quedes con tus amigos porque yo los conozco y sé que son buenos chicos, pero en este caso, yo considero que esa no es la solución. Tenemos que sentarnos los tres y hablar las cosas.

—Por alguna razón, siento que cualquier explicación que me des, no será válida para mí. No puedo concebir esto por más segura que estés, para mí es difícil y deberías comprenderlo tú también.

—Tal vez darle un tiempo sería lo mejor.—Dijo Mingyu de nuevo, esta vez pensaba que lo mejor era apoyar a su prometida no dejándola sola tratando con la molestia de su hijo.

—Ni siquiera intentes darme la razón para quedar bien conmigo, no funcionará.

—Joshua...

—Ay ya, como sea, ¿tengo tu permiso entonces?

—¿Pero por cuanto tiempo?

—No sé. Dos semanas, un mes, toda una vida. O hasta que reconsideres tu decisión.

—Joshua, por favor.

Joshua solo se encogió de hombros sin arrepentirse de sus palabras.

—Bien, dos semanas.—Aceptó la mujer con resignación.—Pero con dos condiciones.

Joshua esbozó una sonrisa antes de asentir.

—La primera es que necesito que los padres de Jeonghan me confirmen que te dejarán quedarte durante todo ese tiempo.

—Claro, sin problemas.

—Bien. La segunda es que Mingyu vaya a recogerlos a ti y a Jeonghan de la escuela a diario. Incluso cuando regreses a casa, él irá por ti y también te llevará por las mañanas.

Joshua frunció el entrecejo en señal de molestia.—¡Eso nunca! ¿Él no tiene un trabajo al cual asistir?

—Sí, pero ya sabes que la empresa no está muy lejos de casa y Mingyu sale a su hora de comida justo antes de que tú salgas del instituto. Además le da tiempo de ir a dejarte en las mañanas antes de ir al trabajo, qué coincidencia, ¿no?

—Que conveniente, diría yo. Pero no lo acepto, por su culpa hoy todos me miraron como bicho raro Gracias a eso. Además yo tengo mi propio auto, no lo necesito a él.

—Bueno, esa es la condición. Tú sabrás si lo aceptas o no.

Joshua pareció pensárselo por un momento, su expresión por supuesto que no era de felicidad pero tampoco podía negarse. No por el momento. Ya vería como escaparse de Mingyu después.

—Bien, acepto. Pero si me avergüenza frente a todos no me voy a quedar tranquilo.

—No lo haré.—Afirmó Mingyu con seguridad y Joshua tuvo deseos de responder algo para atacarle. No obstante, desistió al pensar que podría perder el permiso.

FATHER? ✨ MinShua 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora