CAPÍTULO 33.

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A la mañana siguiente, Mingyu despertó en primer lugar, y casi como si se sintiese en alguna especie de agradable sueño, volteó a su lado para comprobar que lo sucedido el día anterior había sido real.

Así lo confirmó cuando vio a Joshua aún durmiendo junto a él con su desnudez expuesta y no pudo evitar que una sonrisa escapara de sus labios. Pensó en besarlo hasta hacerlo despertar, sin embargo, sus planes se vieron arruinados cuando el despertador sonó junto a él indicando que de hecho Joshua debía levantarse por su cuenta.

El chico comenzó a removerse en la cama negándose aún a abrir los ojos, así que Mingyu tuvo que ayudar un poco, rodeando su delgada cintura antes de depositar un beso en su cuello.

—Buenos días.—Saludó y eso bastó para que Joshua también sonriera y abriera sus ojos poco a poco.

—Hola.—Respondió con voz adormilada al mismo tiempo que se acercaba más al mayor para devolver el abrazo y Mingyu no pudo evitar sentirse atraído hacia esos labios, así que se inclinó un poco y depositó un beso fugaz en ellos.

—¿No prefieres quedarte conmigo hoy en lugar de ir a clases?—Preguntó con un divertido tono de voz, como si de un niño se tratase.

—¿En serio estás pidiéndome eso?—Joshua cuestionó incrédulo, esta vez sus ojos estaban abiertos por completo.

—Es un buen plan para mí. Podemos incluso ir a algún lugar sólo tú y yo.

—¿No se supone que debes levantarte también para ir al trabajo?

—Bueno... sí, así era. Pero ayer estaba un poco alterado y distraído, así que mi jefe me dijo que me tomara el resto de la tarde de ayer y el día de hoy. Por lo cual, si aceptas, seré tuyo por un día entero.—Explicó traviesamente y se sintió emocionado cuando Joshua devolvió una sonrisa cómplice.

—Tentador...

—¿Entonces aceptas?

—Bueno... no creo que suceda nada si falto un día a clases, ¿cierto?—Respondió mientras deslizaba sus dedos por el torso de Mingyu aún sin borrar la sonrisa de su rostro.

—Yo digo que no. Aunque seguramente dejarás preocupadas a algunas personas que quisieran verte hoy.—Dijo con cierto toque de molestia en su voz.

Ante eso, Joshua frunció el entrecejo. —¿A qué te refieres?

—El chico con el que estabas ayer, ¿quién era?

Las cejas de Joshua se levantaron en señal de sorpresa ante esa inesperada pregunta, no obstante, una sonrisa divertida escapó de sus labios.

—¿Estás celoso?

—¿Lo dudas? ¿Quién es él?—Preguntó de nuevo, esta vez con más seriedad.

—Un chico de mi clase. Te dije, estaba comenzando a conocer a alguien.—Explicó despreocupado.

—¿Es tu novio?

Joshua rió de nueva cuenta.—¿Cómo podría? Estamos conociéndonos apenas.

—Bien. Igual no puedes ser su novio, eres mío, tú lo dijiste.

—No creo que pueda de todos modos. Ya sabes, ayer me obligaste a subir a tu auto después de hacer una escena de celos y no me parece que parecieras sólo un amigo o algo así. A estas alturas, probablemente toda la escuela esté enterada de que un tipo loco me llevo en su auto.

Ante esas palabras, Mingyu rió, y es que se recordaba a sí mismo totalmente frustrado ante la situación que parecía no tener remedio, pero justo en ese momento estaba ahí, junto a Joshua, con quien se había imaginado estar durante los últimos días. Así que, aunque sonara egoísta, muy en su interior se decía que todo lo hecho había valido la pena.

FATHER? ✨ MinShua 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora