CAPÍTULO 27.

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La mañana recibió a Joshua con los rayos del sol colándose por su ventana. El día anterior, después de recoger a la señora Hong en el aeropuerto, esta los había llenado de besos y abrazos y posteriormente habían partido a casa.

Todo resultó un tanto extraño y quizá incómodo una vez ahí, eso debido a que al ver la comida de Mingyu, la mujer se había emocionado al deducir la idea inicial que consistía en sushi preparado por su prometido especialmente para ella; eso los había hecho sentir incómodos a ambos al recordar lo sucedido en la cocina, pero aún así tuvieron que fingir normalidad y simplemente comieron lo más tranquilos posible.

Finalmente, después de conversar un rato, todos fueron a descansar debido al cansado viaje de la señora Hong, así que ahí estaba Joshua al amanecer, mirando hacia el techo y pensando acerca de lo que debería hacer y cómo debería actuar con Mingyu al levantarse y durante el resto del tiempo de vida que le quedaba. Se odiaba a sí mismo por haber besado a Mingyu de nuevo, no podía entender cómo era que su mente jugaba con él de esa manera, y es que, por más que se dijera a sí mismo que no volvería a caer con aquel chico, el solo hecho de tenerlo cerca le provocaba una extraña sensación en su interior que no podía controlar.

Tampoco quería enfrentar a su madre, después de haberla traicionado de esa manera, sentía que no podía siquiera mirarla a los ojos. No tenía idea de que hacer exactamente, pero sabía que tenía que decidirlo ya, pues pronto la señora Hong entraría a su habitación preocupada por la tardanza.

Suspiró, sabía que no podía esconderse por más tiempo, así que se levantó y se vistió para posteriormente dirigirse a la planta baja.

—Joshua, que bueno que estás despierto. Siéntate por favor.—dijo la señora Hong con una sonrisa dibujada en su rostro y junto a ella, se encontraba su prometido sin ninguna clase de expresión que pudiese delatar su estado de ánimo.

Joshua asintió antes de caminar a servir su desayuno para posteriormente tomar asiento frente a la pareja. No tenía idea de qué decir, pero sabía que mostrarse nervioso definitivamente no era una opción.

—¿Descansaste?—Preguntó con toda la naturalidad posible.

—Claro que sí. En realidad el cansancio no fue tanto, me la pasé muy bien y apenas sentí el viaje. Lamento haberlos dejado, chicos.

—No te preocupes, tú necesitabas un descanso y aunque fue por trabajo, me hace feliz que hayas tenido tiempo de divertirte.—Dijo Joshua con sinceridad, aunque la culpa lo estuviese quemando por dentro.—Pero cuéntanos, ¿qué tal estuvo tu viaje?

—Gracias, cielo. Pues todo bien, estuve en juntas casi todo el tiempo para llegar a un acuerdo, pero me pasó algo realmente increíble.

—¿Qué cosa?

—Resulta que uno de los socios de Alemania es un viejo amigo mío del instituto. Solíamos ser muy cercanos junto a otros amigos más, pero al entrar a la universidad perdimos contacto. Fue realmente emotivo encontrarme con un viejo amigo después de tantos años.

—Vaya coincidencia.

—Sí que lo es. En fin, junto a los demás socios hablamos de cosas fuera del trabajo, con él acerca de la universidad y demás. Le hablé de ustedes también y todo fue muy cómodo. Espero que cuando presentemos el proyecto pueda presentárselos.

—Me agrada la idea.—Mingyu respondió con una sonrisa que Joshua no supo descifrar. Últimamente pensaba que Mingyu podría ser un buen actor, y es que no se sentía para nada diferente a otros días junto a la señora Hong. Estaba actuando o realmente había dejado pasar lo sucedido en días anteriores, no estaba seguro, pero por alguna razón, la segunda posibilidad le hacía sentir extraño, molesto.

FATHER? ✨ MinShua 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora