CAPÍTULO 16.

891 117 64
                                    

Actualización doble. Antes de leer este capítulo, asegúrate de haber leído el anterior para no perder el hilo de la historia. ❤️

~🌸~

La comida terminó un tanto incómodamente. La señora Hong era quien se había encargado de la mayor parte de los temas de conversación, y es que tanto Mingyu como Joshua estaban demasiado idos como para pensar en algo, aunque no lo demostraban frente a la señora Hong para que ésta no les cuestionase acerca de su extraña actitud.

Una vez que terminaron, Mingyu se ofreció a lavar los platos y Joshua casi corrió a su habitación para encerrarse con el pretexto de que debía ordenar su ropa de vuelta en el closet.

Y ahí estaba, recostado en su cama pensando en lo que pasaría a partir de ese momento. Bien se lo había dicho a sí mismo antes, Mingyu no iba a olvidarse del asunto y para ser sincero consigo, él tampoco lo haría tan fácilmente, pues el simple hecho de ver a los ojos a su madre, le hacía recordar cuán culpable se sentía y entonces aquella escena del armario se repetía en su cabeza una y otra vez.

Se abrazó a su almohada tan fuerte como pudo y cerró sus ojos, quería dejar de pensar, vaciar su mente y estar tranquilo por al menos unos segundos, pero por más que lo intentaba, los labios de Mingyu aparecían de nuevo en su mente.

"Tranquilízate, Joshua. Él ni siquiera te gusta, no te sientes atraído por el, sólo fue un momento de locura por el alcohol." Se dijo a sí mismo en su mente deseando que esas palabras lo tranquilizaran.

Unos ligeros golpes en su puerta fueron lo que finalmente le hicieron salir de su trance, aunque por poco tiempo ya que la idea de que fuese Mingyu quien estaba al otro lado de la puerta hizo que su nerviosismo volviera.

—Joshua, ¿estás despierto?—Preguntó la señora Hong y eso hizo a Joshua suspirar de alivio.

—Sí, pasa.

La puerta se abrió y la mujer entró para enseguida sentarse en la cama junto a su hijo antes de regalarle un beso en la frente.

—¿Cómo estuvo tu fiesta?

—Bien, creo.—Dijo con una ligera sonrisa.

—Espero que no estés bebiendo de más.

—No...

—Bien. Y entonces... ¿te encontraste con Mingyu?

Nuevamente esa extraña sensación volvió al estómago de Joshua, pero increíblemente eso no se manifestó en su expresión.

—Ah, sí. Lo vi. Extraño para ser una futura persona casada.

—Joshua, él aún es joven y creo que sería injusto de mi parte que le prohibiera asistir a ese tipo de lugares, el que él y yo estemos casados no significa que tengamos que volvernos un par de viejos aburridos que no disfrutan de la vida.—Dijo con diversión, aunque para Joshua, eso significaba otra cosa.

—Como sea, realmente no me interesa lo que él haga o deje de hacer.

—Aún no cambias de parecer respecto a Mingyu, ¿cierto?

—Claro que no y dudo mucho poder hacerlo en el futuro. Pero mamá, eso no quita que yo quiera tu felicidad, y si estar con ese tipo te hace feliz entonces yo no soy quien para decirte algo. Pero eso sí, no voy a dejar que él te lastime, ni él ni nadie, cualquiera que se atreva a hacerte sufrir lo pagará, así sea yo mismo.—Expresó con molestia, porque más allá de lo que eso significaba, era una especie de reprimenda para él mismo por lo que había hecho.

—Vaya, que hijo tan protector tengo. Me hace feliz saber que me quieres tanto.—Dijo la mujer riendo alegremente.

—Siempre estaré de tu lado, mamá. Pero por favor, no me obligues a llevarme bien con tu prometido, no puedo cumplirte eso.

FATHER? ✨ MinShua 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora