CAPÍTULO 3.

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Los ojos de Joshua se abrieron con lentitud y la luz que entraba por la ventana fue una total tortura. Su cabeza dolía y sentía que pronto explotaría.

Se quedó recostado tratando de recordar lo que estaba haciendo ahí, se suponía que después de la fiesta se quedarían en casa de Jeonghan, inclusive había dejado ahí sus cosas de la escuela.

De repente una ola enorme de recuerdos llegó a su cabeza, obligándole a cerrar los ojos de nueva cuenta para asimilar con claridad lo que estaba en su mente. Recordaba haber llegado con Seungcheol a casa y después de entrar todo se había vuelto borroso, también recordaba haber chocado con algunos muebles y entonces lo peor, lo que más se temía, apareció de entre sus memorias ocultas; había estado a punto de caer si no hubiese sido por esos fuertes brazos que le habían sostenido, evitándole así un doloroso accidente siendo el alcohol el principal culpable.

No se acordaba mucho del rostro de la persona, lo único que sabía era que aquel salvador era un chico no muy grande, tal vez de su edad. Era también muy alto y parte de su cabello cubría su frente, era lo único que recordaba.

Se llevó la mano a la frente, probablemente era el hijo del prometido de su madre -una cosa más que reclamarle a esa mujer por no habérselo dicho.- quien probablemente había ido por agua o algo así y había tenido que ayudarle a subir a su habitación, porque si de algo estaba seguro, era de que él por su cuenta no hubiese podido llegar a su cama.

Ahora se sentía avergonzado, tal vez la noticia no le tenía del todo contento por el hecho de ser tan repentina, pero tampoco buscaba avergonzar a su madre con actitudes que jamás había tenido con ella. Definitivamente debía disculparse con ese amable chico y también con el prometido de su madre por llegar en esas condiciones.

Escuchó voces en la planta baja, seguramente todos estaban levantados y él necesitaba verse al menos un poco presentable a pesar de que tenía resaca, así que después de tomar un analgésico para el insoportable dolor de cabeza decidió tomar un baño. El momento había llegado.

Después de arreglarse un poco, bajó las escaleras con cautela, no era un secreto que estaba nervioso, así que lentamente se acercó hacia aquellas voces que tan animadamente platicaban.

La señora Hong sonrió en cuanto vio a su hijo y éste le devolvió el gesto, sin embargo su sonrisa se desvaneció al ver a cierto joven de alta estatura sentado frente a ella, mirándolo con cierto toque de diversión haciendo que Joshua se sintiese avergonzado. Aún así, después de salir de su trance, le sonrió de igual manera.

—Buenos días.—Dijo finalmente no pudiendo evitar mirar hacia los lados buscando al hombre que haría feliz a su madre.

—Bueno días.—Respondieron al unísono.

—Siéntate, ahora te doy tu desayuno.—Dijo la señora Hong con alegría.

Jisoo obedeció y se sentó junto al joven quien aún lo miraba.

—¿Cómo te fue ayer? Creí que volverías hoy por la mañana.

—Estuvo bien pero decidí volver antes para descansar un poco.—Explicó y posteriormente miró al chico junto a él, después de todo le debía una disculpa.

—Lamento mucho lo de anoche, yo no estaba en mis cinco sentidos.

El joven negó con la cabeza mientras sonreía.—No te preocupes, no fue nada.—Le tranquilizó al mismo tiempo que a la señora Hong quien claramente no entendía lo que pasaba.

—No, sí que debo disculparme, después de todo no creo que esta sea la mejor manera de conocer a mi medio hermano o algo así. Me disculparé con tu padre también.

FATHER? ✨ MinShua 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora