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Luna.

L: ¡Hermano!, Despierta. Luna se abalanzó contra su hermano que es solo mayor que ella por un año, el cual se encontraba dormido profundamente.

M: Luna déjame dormir, por favor. Despertó molesto ya que se desvelo por un trabajo de el Blake South College.

L: Pero te tengo una sorpresa.

M: ¿Y no puede esperar?.

L: No!

M: ¿Esta bien que es?. El chico no estaba muy contento.

L: Hoy es la cena.

M: ¿Cena?. Su rostro mostró una cara de confucion, el no sabía a lo que su hermana se refería.

L: ¿Lo olvidaste?. Mi cara mostró un poco de desepcion, eh incistido tanto para que esto se hiciera que no podía creer que lo olvidará.

M: •rie a carcajadas•, obvio que no hermanita, hoy será la cena en que presentamos a nuestra respectivas perejas, actuales a nuestros padre y ver si dan su aprobación.

L: Si, y Simón está igual de emocionado que yo, el sabe que le caerá bien a todos.

M: Qué bien que pienses así, de Ámbar no diría lo mismo, ella está demasiado nerviosa, en lo que se pondrá, si les agradará a nuestros padres, creme será suerte que hoy no muera por tantos nervios.

L: Nuestros Padres son muy buenos amigables, creo que el único problema de ellos es su homofobia.

M: Pues si hermanita pero que le vamos a hacer ellos fueron criados así, por suerte no hemos tenido problemas con ellos por eso.

L: Hermanos bi. Hice una señal de promesa con mi dedo meñique.

M: Hermanos bi. El me correspondió.

La mañana paso, cada vez faltaba menos para la cena y yo estaba muy emocionada, tenía muchas ganas de que conocieran a Simón, es que es muy romántico, atento y apuesto, que no entiendo cómo está conmigo.

M: ¿Estás lista?. Matteo se asomó por el marco de la puerta de mi habitación.

L: Aun no, bajo cuando lo este.  

Estaba tan emocionada que se me hizo tarde, escuche el timbre de la puerta y supuse que ya habían llegado, así que tenia que apurarme aun mas.

Matteo.  

Baje después de preguntarle a Luna si ya estaba lista, la chica se dilata mucho, el timbre sonó y pensaba que podría ser que llego Ámbar, pero al abrir la puerta no podía creer lo que estaba viendo. 

S: Hola, ¿Eres Matteo no?. 

M: S-s-si. Me puse nervioso y comencé a sentir cosas raras en mi estomago, eran aun mas potentes que cuando conocí a Ámbar.

¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora