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Luna.

Á: Luna la verdad es que yo...

Ámbar estaba por decirme algo y parecía importante, pero el sonido de mi teléfono la interrumpió.

L: Perdón, me llama mi padre.

Á: Contesta, no hay problema.

Me levanté de mi asiento y me aleje un poco.

Llamada.

L: Hola, ¿Todo bien papá?.

Sr. Balsano: ¿Luna dónde estás?, Espero no estés con ningún chico, regresa ahora mismo, sabes que no puedes salir sola.

L: Papá estoy con Ámbar, así que no estoy con ningún chico y sé que no puedo salir sola, pero eso es una tontería, no siempre seré acompañada de Matteo.

Sr. Balsano: Tienes menos de una hora para volver, si en ese lapso de tiempo no estás aqui estarás castigada.

Fin de la llamada.

L: Ámbar, me gustaría quedarme a hablar mas, pero mi padre quieres que yo regrese a casa ahora.

Á: Claro entiendo, vamos te acompaño a la puerta.

Estábamos en el marco de la puerta, solo faltaba despedirnos y así yo podría irme.

L: Ámbar yo...

Á: Luna, solo quiera decirte que...

Ambas hablamos al mismo tiempo, me sentía nerviosa, por alguna razón ella me hace sentir así.

Á: Habla tu primero.

L: De acuerdo, Ámbar solo quería decirte que yo. No sabía cómo decirle que hace que mariposas aparezcan al pensar el ella. Yo, que para mí eres una gran amiga.

Á: Ah, si, tu también eres una gran amiga, nos vemos luego.

Narrador.

Ambas chicas se dieron un beso en la mejilla de despedida, al cerrar la puerta ambas soltaron un suspiro y comenzaron a lamentarse y regañarse asi mismas por no haber dicho lo que en realidad sentían.

Matteo.

Después de haber tomado una pequeña siesta y dejar que mi teléfono cargará, note que tenía un mensaje de Ámbar.

"Nesesitamos hablar, nos vemos en la cafetería de siempre a las 7:00pm".

Era casi la hora en la cual me había citado, me arregle para lucir más desente.

Solo faltaban una calles para perder llegar, no entendía por qué, pero me sentía nervioso, aprovecharía la ocasión para decirle la verdad, es necesario que ella lo sepa.

Llegue y al entrar rápidamente comence a buscarla, no tarde mucho en hacerlo, estaba en lo que era una mesa un poco alejada, en una esquina.

Tome asiento enfrente de ella, ella aún no se habían percatado de mi llegada.

M: Hola, ¿Cómo estás?.

Á: Hola, bien, gracias, Matteo tenemos que hablar de algo serio.

M: ¿Estás embarazada?. Fue la única cosa que llegó a mi cabeza, después de todo por el alcohol no se percataron de usar protección.

Á: No, ninguno termino dentro de mi, Matteo lo que te quiero decir es que, creo que deberías aceptar esto, correspondele, se que sientes lo mismo que el siente por ti.

M: Ámbar no se a que te refieres.

Á: Se que estás confundido por que Simón te dijo que le gustabas, que por eso aceptaste el trío y que por eso está mañana el te beso.

Mesera: Ah... ¿Gustan algo para tomar?.








¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora