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Matteo.

–¡Largo de esta casa y olvídese que soy su padre, ambos me fallaron!– Dijo golpeando la mesa, mientras que mi madre solo nos miraba a los cuatro con desprecio, pensaba que nos apoyaría, lamentablemente solo fue una decepción.

Lo habíamos echo, un peso menos, o al menos eso parecía, solo que ahora no sabíamos que hacer, para ser sinceros no pensamos que llegarán a tomarlo así.

– Por cierto– Mi padre volvia a hablar– Gracias por arruinar la navidad–  Eso no era así, nosotros no la arruinamos, ¿O si?.

No sabíamos que hacer, en realidad no pensamos que llegaríamos tan lejos.

–Vamos, si gustas puedes quedarte conmigo– Simón estaba junto a mi, sentado del mismo lado de la cama, mientras esperaba a que saliera del trance.

–Lo siento, no quería involucrarte más en este problema, y también con lo que mi padre dijo– Dije acercándome a el lentamente.

–No tienes por que pedir perdón de algo que tú no hiciste– Sujeto mi mano, lo sentí como una forma de apoyo y era lo que necesitaba.

–No solamente tienes el apoyo de el– Ámbar había entrado a mi habitación junto con Luna– También tienes el mío, ambos lo tienen– Comenzó a acercarse a Simón.

–La verdad es que como suponiamos que todo esto pasaría, Ámbar y yo tuvimos una idea– Se miraban emocionados, haciendo que Luna y yo estuviéramos confundidos.

–Encontramos una casa, en la cual podríamos vivir los cuatro– Estaban emocionados, se les notaba, en cambio Luna y yo no tanto.

–Eso sería increíble, pero ¿Como es la casa?, Si es muy lujosa no podremos aportar mucho y tampoco nos gustaría el echo de que ustedes paguen todo– Había hablado por ambos, ya que pensaba que Luna también diría lo mismo y efectivamente fue así.

–Tuvimos en cuenta eso, así que si es que deciden aceptar la idea, los cuatro tendremos que comenzar a trabajar–

–Espera, ¿Cuando dijimos eso?– Simón al parecer no estaba conciente de toda la información.

Apesar de que la idea era bastante extraña, si la hicimos, tomamos bastantes cosas, como ropa y varias pertenencias, para después ir a casa de Ámbar y seguir navidad ahí, nosotros cuatro.

Llegamos, hicimos varios platillos pre echos que compramos en el primer supermercado que vimos abierto y pusimos la mesa, así dejándola lista para poder cenar.

–Esto es raro, jamás imaginé que estaría pasando navidad, sin mis padres– Dije, para así iniciar una conversación, la cual no duró mucho, ya que el timbre fue tocado.

Simón fue quien abrió la puerta, pensamos que tal vez podrían ser nuestros padres, pero no fue así.

Simón.

–¿Hola?– Estaba confundido, mi padre estaba del otro lado de la puerta– Pensé que no llegarías este año– Fue lo que él nos había dicho a mi mamá y a mi, que este año no estaría con nosotros por culpa de su trabajo.

–Se cancelo el viaje, la empresa perdió el contrato con los inversionistas, así que nos dió las festividades– Sonaba nervioso, como si en realidad fuera mentira.

–Simón, ¿Quién es?– Ámbar se aproximó a la puerta, asi quedado a lado mío– ¿Papá?, ¿Que haces aquí?– ¿Papá?, ¿Lo había llamado papá?.

–Hola Ámbar, mi pequeña, estás muy diferente de la última vez que te ví– Ahora entendia su nerviosismo y el por qué había llegado hasta aquí.

–Tienes cosas que explicar Tobías– Lo deje pasar, claramente Ámbar estaba confundida.

–¿Por que tiene que explicar cosas?– Dijo Ámbar en un nivel, al cual solo pudiera eschucar yo.

–Por que tu papá, también es mi padre– No dijo nada más, solo comprendio el echo de que debíamos hablar.

Pasaron varios minutos, nadie podía, ni quería decir nada, la comida comenzaba a enfriarse ya que Luna y Matteo se negaron a comer sin nosotros.

–¿Estás segura de que es tu padre?–

–Simón, estoy muy segura de que lo es...–

–Lo soy–El había intervenido ante la contestación de Ámbar hacia mi pregunta, la cual al parecer la había molestado– Miren chicos, planeaba decirles, pero en realidad no estaba muy seguro de hacerlo–

–¿Quién es el extramatrimonial?– Tenía que terminar con esta conversación y también tenía que resolver dudas, así que decidí ir directo al grano.

–En realidad los dos, ninguno de ustedes es hijo de mi verdadero matrimonio–

–¿Verdadero matrimonio?– Ámbar lo había interrumpido.

–Me casé, incluso antes de haber conocido a sus madres, con ella intenté tener hijos, pero fue en vano cada intento, así que las conocí– Se inclinó ante Ámbar– Primero conoci a tu madre, ella era una chica poderosa, con fuerza y razón, su propósito era que ninguna mujer sufriera de ningún tipo de abuso, así que creo su organización para ayudar a las mujeres– Ahora se inclinó hacia mi– Tu madre es grandiosa, un ser con demaciado calor humano, ella logra ver el bien en todos. Ambas son un poco diferente, pero las dos lograron darme dos maravillosos hijos, a los cuales les pido perdón, por este horrible secreto–










¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora