¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)

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Matteo.

Han pasado varios días desde que conocí a Simón y la verdad es que nos hemos convertido en buenos amigos, pero algo raro paso.

Luna termino con el sin darle una explicación, desde ese día ella se distanció de mi, pienso que tal vez llego a escuchar algo antes de entrar en mi habitación, eso en verdad me preocupa, es mi hermana y la quiero pero no quiero que se separe de mi por algo que no tiene mucha importancia.

Simón, como no quería terminar mal con ella la invitó a una velada para los cuatro, quería salir a un antro, su intención solo era divertirse, solo que en su plan no tubo en cuenta que Luna aun no era mayor de edad. 

Después de que Simón haya insistido tanto a Luna en que no habría problema, ya que conocía al encargado del lugar y dejaría que ella pasara sin problema, pero lo único que consiguió fue un golpe por parte de ella y otro por parte de la puerta que Luna cerro en su cara, después de haber gritado "Que no quiero ir con ustedes".  

S: ¿Todo listo?. Simón entro en mi habitación, ya que tenia un poco de tiempo esperando. 

M: Casi. Solo faltaba por ponerme lo que eran mis tenis, no quería ir demasiado formal, era un antro. Por cierto, te ves muy bien. 

S: Me vestí esperando que te gustara. Me guiño un ojo y yo sentí como me ruborizaba. ¿Ya te eh dicho lo lindo que te ves cuando te sonrojas?. En mi rostro se formo una sonrisa de idiota enamorado y el color rojizo que se había formado se intensifico. 

M: Estoy listo. Dije poniéndome de pie con un pequeño salto. 

S: Que bien, ahora hay que pasar por Ámbar.  Comenzamos a caminar, pasando enfrente de la habitación de Luna. 

M: Espera, creo que le preguntare una vez mas.

S: Bien, pero cuidado con tu cara, sus golpes duelen. Dijo sobando justo donde Luna lo había golpeado. 

Di dos golpes a su puerta. 

L: Ya eh dicho que no iré. 

M: Solo quería despedirme, ¿Puedo pasar?.

L: Despídete desde fuera. 

M: Nos vemos mañana, quisiera que me acompañaras, pero no te molestare mas. Baje la mirada un poco triste. Te quiero...

Simón se acerco a mi y froto mi hombro en forma de apoyo. 

S: Vamos, Ámbar nos espera. 

Llegamos hasta el apartamento de Ámbar, Simón le envió un mensaje de que bajara y en menos de cinco minutos nos encontrábamos enfrente de aquel lugar. 

No tardamos mucho en lograr entrar, al parecer no era mentira que Simón conocía al encargado del lugar. 

La noche trascurrió muy divertida, cantábamos a todo pulmón canciones que nos gustaban o que conocíamos, bailamos sin control, hasta llegar aun punto que sentíamos que nuestros pies morirían esa misma noche. 

Todo surgía bastante bien, excepto por un grupo de tres chicos que no paraban de mirar a Ámbar con descaro y vulgaridad, mas de una vez intentaron acercarse a ella, solo que Simón o yo aparecíamos a su lado y la alejábamos. 

El cansancio era tanto que decidimos tomar un pequeño descanso, tomamos asiento en nuestra mesa, pedimos algo de alcohol y comenzamos a charlar, hasta que uno de esos chicos se acerco. 

??: Hola hermosa. Parecía bastante tomado. Yo y mis amigos nos preguntamos que si gustabas hacer un trió...