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Ámbar.

Ha pasado un día desde que hable con Matteo y al parecer el siguió mi consejo, aceptando a Simón, me sentía feliz por el, era lo que necesitaban ambos.

Pero ahora lo que necesito yo es poder aclarar mi mente, le dije a Luna que estaba enamorada de ella, solo que no directamente, pero desde esa tarde ella no desaparece de mi mente, la verdad es que no me gustaría ser rechazada, ahora somos amigas y tal vez podríamos a ser un poco más cercanas, así que no me gustaría arruinarlo con sentimientos estúpidos no correspondidos.

Han pasado varios días y aún no eh tenido el valor de decirle la verdad a Luna, siempre que la veo ella resalta ante los demás, siempre lusia tan bien que en mi estómago se formaban mariposas, las que me recordaban que soy una cobarde.

Hoy decidí que no haría nada más que despejar mi mente, saliendo a divertirme.

Primero iría de compras, a mis tiendas favoritas, después iría al cine a ver una película de terror, lo verdad es que no quería ver un película cursí de amor, son tan empalagosas que me hacen vomitar.

Estaba probando ropa que la verdad es que favorecía mi cuerpo, resaltando curvas que pasaban desapercibidas, pero cierto cabello castaño a lo lejos, hacia que me distrajera.

Mi mente solo repetía no puede ser Luna, no es la única chica castaña.

Pero cunado volteo y logré ver esos hermosos ojos verdes, supe que me equivoqué, ella estaba aquí y también noto mi presencia, al parecer venía con su madre, valla su padre en verdad no quiere que salga sola.

Comenzó a caminar hacia mi, las mariposas volvían, pero no venían solas, una invasión de nervios también.

L: Hola. Dijo ella, después de haberse puesto justo enfrente de mi.

Á: Hola Luna. Me acerqué a ella y le di un beso en la mejilla, en forma de saludo.

Luna.

Planeaba distraerme, las visitas de Simón se frecuentaban más y no era que me cayera mal, solo que sabía el por qué iba y aún era un poco difícil.

Así que después de convencer a mi padre para poder dejarme salir, logré el permiso, iría a comprar un poco de ropa y después iría al cine, planeaba invitar a Ámbar, pero no sabía si le gustarían las películas de terror, ya que las de amor son todas iguales.

L: En verdad te va bien ese vestido. Me había encontrado a Ámbar en la tienda, pero no podía evitar ver su hermoso cuerpo que el vestido que llevaba lograba resaltar, en verdad se veía muy bien.

Á: Gracias. Paso un pequeño momento que empezaba a parecer incómodo. Luna, ¿Te gustaría ver una película?. 

L: Si, solo que no me gustan las románticas, son muy...

Á: Iguales todos y muy cursis.

L: Exacto. Mire a sus ojos, los cuales miraban los míos, el momento de silencio ya no era incómodo, al contrario era perfecto.

Sra. Balsano: Bueno chicas, tengo algo que hacer, Luna después de la película regresas a casa por favor.

L: Claro mamá, no te preocupes, estaré ahí.

Mire a cierta chica rubia y le dedique una sonrisa maliciosa, ella sabía que después de la película no regresaría a casa, si no que nos divertiriamos un poco más.

¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora