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Ámbar.

Desperté con cierta chica castaña acostada junto a mí en cucharita, abrazándola, mientras sujetaba uno de sus pechos. Al parecer estábamos desnudas.

L: Hola. Dijo volteando y retirando toda su cabellera de mi rostro. Me gustó la película de anoche, solo que me dolió al final. Dijo mientras me mostraba el rasguño que le había echo de la excitación.

Á: Lo lamento, no quería lastimarte. En verdad estaba arrepentida, no quería que nadie se enterará de esto menos de esa manera.

L: Tranquila, valió la pena, después de tan genial experiencia.

Beso mis labios, para así comenzar una danza entre su lengua y la mía. El beso comenzó a tomar intencidad, para que así la misma escena que había sucedido hace una horas volviera a ocurrir.

Volvía a sentir su cuerpo desnudo junto al mío, mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo, mientras que se movía de una forma tan placentera que me provocaban rasguñar su espalda de tanto placer, aunque intentaba evitar hacerlo, para así no lastimarla más.

Duro lo mismo que la primera vez, solo que ahora estábamos completamente despiertas.

L: Me gusta hacerlo contigo. Dijo para después darme un beso lento, el cual yo correspondí de inmediato.

Á: A mí me gustas tú. El beso se detuvo y ella se quedó en shock, como si no esperara que yo dijera eso. ¿Todo bien?. No respondió. ¿Luna que pasa?. Se retiró de encima mío y comenzó a buscar su ropa por la habitación.

L: Es un poco tarde, tengo que irme. Fue lo único que dijo, justo después de haberse puesto su ropa por completo. Espero podamos volver a salir juntas. Fue lo último que dijo antes de salir por la puerta principal.

No sabía que había pasado y el por qué me había lastimado.

Matteo.

En pocos días se haría un mes de la relación entre Simón y yo, estaba emocionado solo que no sabia que hacer, quería que fuera especial, solo que no demasiado, ya que no me gustaría ser muy apresurado.

El día de ayer Luna no había llegado a casa, en verdad no sabia la razón, pero me preocupo demasiado, a pesar de que ella aun no me habla.

Era un poco tarde y Simón llego sin aviso, y a pesar de que hemos podido esconder nuestra relación de mis padres ellos empiezan a sospechar.

M: ¿Que haces aquí?. Me encontraba recargado sobre el marco de la puerta principal.

S: No sabia que no podía venir a visitar a mi novio. Dijo mientras se acercaba para intentar besarme.

M: Están mis padres, sabes que no pueden saberlo.

Sra. Balsano: ¿Que se supone que no debemos saber?. Mi madre se había aproximado sin que nos diéramos cuenta.

M: Na-na-nada. Me empezaba a poner nervioso.

S: Nada señora, es un pequeña sorpresa y si le decimos dejaría de serla.

Sra. Blasano: Mmm de acuerdo, ¿Piensas quedarte?.

S: Perdón por haber venido sin aviso previo, pero es que Matteo y yo aun tenemos que terminar de planear muestra sorpresa.

Sra. Balsano: Pues bienvenido, sabes que esta es tu casa y puedes quedarte cuando quieras.

M: Bueno mamá iremos a mi cuarto.

Cuando llegamos a segundo piso, el me acorraló justo en frente de la habitación de Luna.

M: ¿Que haces?.

S: Te beso.

Y así lo hizo, comenzó a besarme, de una forma tan romántica que sentía como empezaba a excitarme.

L: ¿Por que no lo hacen en tu habitación?, y no frente a la mía.


¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora