¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)

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Matteo.

Mesera: Ah... ¿Gustan algo para tomar?. La chica escucho todo, en su rostro se notaba la incomodidad.

Á: Aún no gracias.

Mesera: De acuerdo. Se retiro a un paso apresurado, así dejándonos solos.

M: Ámbar, ¿Cómo sabes lo que Simón me dijo?.

Á: Luna me lo contó.

M: ¿Cómo sabe ella?, Pero la pregunta más importante es, ¿Te habla?.

Á: Escucho cuando el te lo dijo y ¿Por que no me habría?, Yo no soy de quién su ex se enamoró. Lo dijo en un tono de burla, sabía que el ambiente se ponía tenso y quería aliviarlo.

M: Mira, se que me estás diciendo que lo acepte, pero en verdad no sé si siento algo por el, es lindo y me hace sentir feliz cuando está a mi lado pero aún sigue siendo confuso, tú y yo llevamos casi cinco años de relación y no quiero lastimarte, eres muy importante para mí.

Á: Y tu también eres muy importante para mí, fuiste el primero y la verdad es que fue muy dulce, divertido y romántico el salir contigo, pero como todo tiene un final y el de esta relación es ahora, aparte no tenemos por que terminar mal, podemos ser amigos y si a Luna se le pasas el enfado podríamos salir los cuatro como amigos, así nadie tiene por que ponerse etiquetas.

M: ¿Estás segura de esto?.

Á: Estoy segura de que ambos debemos ser felices con las personas correctas y que no tenemos que aferrarnos a algo que ya no es posible.

M: Te quiero, en serio.

Á: Yo también te quiero tonto.

Narrador.

Ambos chicos disfrutaron de una linda plática, ignorando por completo los temas anteriores, discutiendo de lo que Matteo sentía por Simón y que Ámbar le diera algún pequeño consejo o punto de vista, soltando chistes de vez en cuando y cunado era más prudente, apesar de todos son grandes amigos.

Simón.

Me dirigía a la casa de los Balsano, estaba decidido, iba para poder arreglar las cosas con Luna y no me rendiría por un simple golpe.

Al llegar, llame a la puerta y un empleado no tardo en abrirme, fui amable con el hombre y me dirigí a la habitación de Luna, eran casi las ocho, ella debería estar ahí.

Llegue, toque dos veces y espere a que ella respondiera.

L: ¿Que quieres Simón?. Dijo sin abrir la puerta.

S: ¿Cómo sabes que era yo?.

L: Por que mi familia no toca y Matteo no está en casa. Seguía con su tono frío, esto seria difícil.

S: Luna, ¿Podemos hablar?, Solo quiero que podamos ser amigos, no con intenciones de regresar, desde el inicio de nuestra relación te dije que si te lastimaba, no volvería a hacerlo y por eso estoy aquí.

L: Simón, me dijiste eso hace tres años, ya da igual.

S: No, no da igual, eres una persona importante para mí, tú fuiste la primera y me gustó mucho eso, se qué tal vez estuve mal en decirle a la ligera a Matteo que me gustaba, pero desde que lo ví me confundio, son hermanos y no quiero que su relación se rompa por mi.

L: Pasa. Estaba ahí, enfrente de mi, lusia muy bien con su pijama de unicornio, era adorable.