Luna.
Los años pasaron, nosotros cada vez sabíamos sobrellevar todo lo que había pasado, y aunque nos despedimos, era inevitable no pensar en ellos todo el día.
-Hola- Ámbar había entrado en mi habitación, estando lista para salir. -¿Ya estás lista?, Todos estamos esperándote.- Dijo acercándose a mi.
-Aún no, solo me falta el maquillaje, ¿Me ayudas?- Ella acepto y comenzó a maquillarme. -¿Ya te dije que te ves muy linda hoy?- Logré ver un ligero sonrojó en su rostro, eso hizo que me alegrara.
-No, la verdad es que no- Dijo sin siquiera dejar de maquillarme, a ella en verdad le gusta hacer eso.
-Pues lo estás- Era extraño, ya que lo que sentía por ella volvió, y aunque no era la misma persona de la que me enamoré por primera vez, era otra, otra que me encantaba aún más.
Matteo.
-Simón, ¿Cómo es que puedes tardar tanto en estar listo?- Dije desde el otro lado de su habitación.
-Quiero estar presentable- Dijo mientras habría la puerta, así dejándome pasar.
Al entrar, solo pude ver a un Simón con una toalla en su cintura escogiendo entre su ropa.
-Pero si tú siempre luces bien, con lo que sea, así que no entiendo, ¿Por qué tardas tanto?- Era gracioso, ya que se acercó a mi e hizo que su rostro quedará cerca del mío.
-¿Con que siempre me veo bien?- Sentía su respiración en mis labios, quería besarlo, pero aún teníamos que hablar, sobre nosotros. -Y que opinas ahora, ¿Me veo bien así?- Con una de sus manos retiró su toalla, quedando completamente desnudo y aunque no dejaba de verlo a los ojos, eso me alteró.
-Repito, como sea te ves estupendo- Puse mi mano sobre su clavícula, su cuerpo estaba caliente, así que ante mi tacto puede sentir como su piel se erizaba.
Su mano se colocó por detrás de mi nunca, la mía seguían en su cuerpo, nuestros rostros se ubican y aunque me acorraló a el final de su cama.
Nada sucedido, estaba apunto de besarlo, pero alguien no dejo que el momento siguiera.
-Chicos, perdón por interrumpir, pero se hace tarde- Ambos nos sorprendimos, ya que Ámbar había entrado en la habitación, Simón se cubrió sus partes, dejando un claro color carmesí en ambos rostros.
Todos estábamos listos, Simón fue conmigo y Ámbar con Luna, ya que el día de hoy hablaríamos sobre lo que pasaría, con el "nosotros".
Luna.
Ámbar y yo habíamos decidido salir de nuestra zona de confort y nos dirigimos hacia un parque, ya que pensamos que sería más fácil hablar ahí.
Al llegar el parque no estaba tan lleno, cosa que era agradable, ya que esto era algo serio.
Estacionamos el auto y entramos a el parque, así comenzando a caminar sin algún rumbo.
-Sabes, no imaginé volver a estar en una cita contigo- Ella tomo la iniciativa. -Y tenías razón lo mejor que podíamos hacer era conocernos, y así lo hice, ahora se que eres incluso más increíble de lo que era antes, eres fuerte, eres especial, bueno, para mí eres especial- Comenzaba a hablar más suave, cosa que me cautivo.
-Tu también eres muy especial para mí- Mencioné a el aire, para que así pudiera saberlo.
-Luna, ¿Por qué tú?- Soltó una pregunta que no entendí, haciendo que me detuviera y le mostrará una cara de confusión.
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¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)
أدب الهواةLuna y Matteo son hermanos y muy buenos amigo los mejores de echo, pero desde que Luna sale con Simón todo cambia. Matteo siente algo por el, pero teme decírselo a Ámbar, ya que no quiere lastimarla, llevan mucho tiempo de relacion, que no sabe que...