Simón.
Matteo estaba emocionado por su nuevo trabajo, ser el ayudante del gerente en programación de maquinaria le gustaba, a pesar de que solo llevará cafés, el veía e intentaba aprender algo nuevo.
En cambio yo, el estar en una carrera tan difícil, como lo es derecho, el memorizar cada uno de ellos y el que haya veces en que estos son cambiados me es estresante, siento que en realidad debería cambiarme de carrera, pero aún quiero defender a quienes no pueden o a quienes realmente son culpables.
–Oye guapo, ¿En que piensas?– Matteo había entrado a la habitación.
–En mi carrera, y que no sé si la continuaré– Cerré el computador y comencé a charlar con el.
–¿Por que no la continuarías?– Dijo sentándose en la orilla de cama, centrado esperando mi respuesta.
–No es que sea difícil, por que en si no lo es, lo que realmente es complicado, es el echo memorizar tantas cosas que me siento incapaz e inútil en ese sentido, aparte no e podido concentrarme, con toda la situación actual, creo que mi cerebro explotará–
–Relájate, creo que en algún punto todos nos llegamos a sentir así, por que no mejor solo te tomas un descanso y salimos a dar una vuelta, hoy tengo descanso y cuando regresemos, y yo te ayudo a estudiar, ¿Que dices?– Extendió su mano hacia a mi. La tome y le respondí.
–Contigo voy hasta el fin del mundo– El solo comenzó a reírse, pero entrelazo mis dedos con los suyo, para después comenzar a encaminarme hacia la puerta principal.
Pase un día verdaderamente hermoso con el, fuimos a una plaza, comimos helado, caminamos durante horas, hasta que la noche había caído, sin siquiera darnos cuenta, comenzamos a caminar en dirección a lo que era la localización de nuestra actual casa.
A unas cuadras de llegar, tuvimos que pasar por una calle, en la cual las farolas que se suponía tendrían que alumbrar no funcionaban, escuchábamos a perros ladrar con mucha furia en el sonido que era emitido por ellos, autos pasaban, algunos sin siquiera tener las luces encendidas.
Teníamos los nervios a flor de piel, habíamos pasado por la calle en anteriores ovaciones, pero nunca de noche, todo iba pasando bastante bien, estamos por entrar a una calle iluminada, hasta que escuchas como un auto se detuvo justo detrás de nosotros, pensamos lo peor, queríamos comenzar a correr, pero ellos contaba con un auto, seria en vano el intentar huir, "Tal vez solo quieran dinero, no es que en estos momento tengamos mucho, pero podríamos dárselo, solo es eso, dinero".
Matteo estaba aterrado, sentía como cada vez se aferraba mas a mi, su mano sudaba y hacia que la mía resbalara de la suya, estábamos por llegar a la parte con luz, hasta que escuchamos, como las personas de atrás no eran residentes de alguna de las casas que estaban ahí.
–Vallamos por el mas grande, sera mas fácil que el otro caiga– Susurraban de una forma muy poco discreta.
Decidí no adelantarme, pero fue un grave error, el hombre con un simple golpe logro hacerme caer, cabe aclarar que el golpea había sido realizado con un bate de béisbol, lo último que logre escuchar fueron suplicas de Matteo, ante el que pararan, pero fue en vano.
Matteo.
Comenzaba a abrir mis ojos, esperando que lo que era mi último recuerdo, solo fuera una horrible pesadilla, cuando note que nisiquera estaba sobre mi cama, ese sentimiento desaparecio.
–¿Simón?– Comencé a moverlo de un lado para otro, ya que el aún estaba dormido. El intentar que despertará fue inútil, parecía inconciente.
Comencé a explorar la habitación en la que estábamos, estaba en ruinas, no contaba con nada, más que escombros de algunos muebles rotos, y cristales por el suelo, estaba apunto a abrir la puerta, para así saber dónde se suponía que estaba, pero la voz de dos hombres del otro lado de la puerta, hicieron que me detuviera.
–Aqui tienes lo que te prometí– Al parecer estaban hablando de dinero.
–¡Esta no es toda la cantidad que acordamos!– Sonaba molesto, creo que sí arriesgara mi libertad, por un trabajo como estos, yo también estaría molesto.
–¿Ya realizaste todo lo que dijimos?– La voz me sonaba conocida, aunque no sabia quien era.
–Solo falta lo último, aunque tuvimos que ingerir drogas en uno, para que se quedara dormido hasta que sea necesario– Por eso es que Simón no despertará.
–¿¡Acaso eres idiota!?, ¿Que le diste?– Escuche como le extendía una bolsa, aunque no sabia lo que contenía– Si le llega a pasar algo tú te harás responsable, si es que aún quieres seguir con vida–
La conversación termino, el hombre que al parecer estaba al mando de nuestro secuestro.
La puerta en la cual estaba recargado comenzó a abrirse, así que por instinto decidí acercarme a Simón, aunque siguiera dormido.
–Veo que ya estás despierto, no temas, muy pronto haré lo que tenga que hacer contigo–
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¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)
FanfictionLuna y Matteo son hermanos y muy buenos amigo los mejores de echo, pero desde que Luna sale con Simón todo cambia. Matteo siente algo por el, pero teme decírselo a Ámbar, ya que no quiere lastimarla, llevan mucho tiempo de relacion, que no sabe que...