Matteo.
– De quien será el corazón que hoy deje de latir– Dijo para después sacar un arma de su pantalón.
Comenzó a apuntar, como si se tratase de un juego, primero lo apuntaba a el y después a mi.
–Hagámoslo más interesante– Dijo para después tapas sus ojos, con su otra mano.
Estábamos aterrados, por muy enojado que estuviera me acerque a el y lo abracé, estaba temblando, mis manos sudaban y no pude evitar gritar, cuando se escucho el sonido de un disparo.
No podía abrir lo ojos, temía a los que había pasado, que no quería ni abrir los ojos.
–¿Matteo?, ¿Estás bien?– Al parecer Simón tampoco tenía los ojos abiertos.
–Tranquilos chicos, ya todo acabo– Esa voz, no sabía el por qué estaba aquí, pero mi padre había entrado.
–¿Papá?– Estaba confundido, el nos había salvado.
Salimos y vimos a mucha prensa, Simón se había comenzado a alejarse de nosotros, estás molesto con el por todo lo que el hombre, ahora muerto, me había dicho.
–Que bueno que tu hermana me haya avisado, gracias a ella es que pude salvar– ¿Luna le había dicho algo?, Tal vez, tal vez decidió ignorar su enojo hacia el y decidió pedir ayuda.
Salimos y no sabía si ir con mi padre o con Luna.
–Matteo vámonos, se hace tarde– Parecía distinto, como si hubiera cambiado algo en el.
–Pero tengo que ir por mis cosas– No estaba muy seguro de ir por mis cosas, pero era necesario hacerlo.
–Te comprarás más, ahora vamos a casa– Todo parecía bastante sospechoso, por más que pensara en que todo estaba bien, era mi padre y lo conocía.
Caminamos tan solo dos calles y entendí el por qué estaba tan cortés, ya que apareció prensa, la cual comenzó a preguntarle, el como había sido el saber que uno de sus hijos y un chico misterioso habían sido secuestrados.
El respondía como si su mundo se hubiera caído, ¿Quien diría que tenía razón?, El solo estaba actuando.
Llegué a mi antigua casa, estaba completamente igual, solo que no me sentía tan cómodo como con ellos.
–¡Mamá!– Ya que estaba aquí, pensé en verla, pero no respondía a mi llamado.
Comencé a buscarla por lugar en los que ella solía estar, como el jardín disfrutando del bonito día que era este, pero tampoco estaba ahí, el estudio leyendo algún libro, tampoco, hasta que fui a su habitación.
–¿Mamá?–Abrí la puerta sin siquiera escuchar una respuesta. Y ella estaba ahí, con varios aparatos médicos adheridos a ella, mientras dormía.
–¿Quien está ahí?– Comenzaba a despertar, sonaba tan mal.
–Soy yo, Matteo– Ella me miró y comenzó a llorar, mientras que con su mano sobaba tiernamente mi rostro.
–¿Y Luna?, ¿Dónde está?, Dile que venga– Comenzó a moverse en su cama, impaciente por vernos a los dos.
–Ella no está aquí, solo estoy yo– Me partía el alma verla ahí, sin siquiera poder hacer algo y sin saber el por qué estaba ahí. –Mamá, ¿Qué sucedió?, ¿Por que estás en la cama?, Tú odias estar acostada sin hacer nada– Estaba conteniendo las ganas de llorar, sentía que ella estaba ahí por mi culpa, por haber cometido el error de haberme ido con Simón.
–Eso no importa, lo importante es que estás aquí, y que sigues siendo feliz, con quién sea que estés, lo importante es que estes bien y que puedas amar a quién se ganó tu corazón– No sabía cómo decirle la verdad, no quería desilucionarla ante la traición de Simón.
–Ya no estoy con el, el no es quien pensamos que era, solo nos busco por el poder que tenemos ante el país– De repente solo miro a un punto fijo en el techo y comenzó a hablar.
–No deberías hacer eso, deja que ellos sean felices, han podido superarse y que mejor manera que por amor– Dijo sin siquiera explicar a lo que se refería.
–¿Mamá?, ¿De qué hablas?–
–No le creas, te dirá que no importa lo que hayas echo, el solo está jugando con ustedes, tu ya estás aquí, falta Luna y si lo logra, será muy tarde, tendrá el poder absoluto, nunca más podrán volver a ser felices– Dijo para volver a caer dormida.
Salí de la habitación, ya que por los medicamentos no logré hacer que despertará.
–Veo que aquí estás, estuve buscándote por toda la casa– Mi padre estaba del otro lado de la puerta, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí.
–¿Pasó algo?, ¿Por que me buscabas?–
–Pasaron tantas cosas desde que se fueron, tu madre enfermo, yo comencé mi campaña para la presidencia y tú pudiste recapacitar sobre tus ideas liberales–
–Me alegro que puedas seguir teniendo proyectos en mente, pero ¿No crees que ser presidente es demasiado?–
–Nunca es demasiado, menos si se trata de dar lo mejor a tu familia– "Familia" claro...
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¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)
FanficLuna y Matteo son hermanos y muy buenos amigo los mejores de echo, pero desde que Luna sale con Simón todo cambia. Matteo siente algo por el, pero teme decírselo a Ámbar, ya que no quiere lastimarla, llevan mucho tiempo de relacion, que no sabe que...