Final (Tercera Parte)

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Luna.

Era el día, estaba completamente vestida de blanco, no podía creer que me casaría con una chica, bueno, con mi chica.

–Sabes que aún no debes cambiarte, ¿Verdad?– Matteo había entrado a mi habitación, ya que Simón y Ámbar se habían ido a la otra casa, para que fuese sorpresa. –Aun debes comer algo, no sería bueno que te desmayes en medio de la ceremonia–

–Lo sé, pero en verdad estoy emocionada, nunca antes estuve tan segura de una decisión y no me gustaría que nada de hoy saliera mal– El solo sonrió negando con la cabeza y salió de mi habitación.

Matteo.

En una cosa Luna tenía razón, era la decisión de la cual estábamos más seguros, era todo aquello que deseábamos con todo el corazón, estar con quién más amemos.

Así que como el buen hermano que soy, baje a la cocina, tomo su desayuno y lo subí a su habitación, para que pueda comerlo mientras disfruta de su imagen en un vestido de novia.

Aparte, a quien engaño, la noche anterior estaba contemplado mi imagen del traje que usaré este gran día.

Simón.

Estaba tan relajado, sentía que estaba en un sueño, me casaría ese mismo día y con la persona que menos pensaba, pero si con la que había esperado durante toda mi vida.

Estaba tan feliz, que obligue a Ámbar a qué estuviera ya arreglada, aunque faltarán más de cuatro horas.

–¿Lo puedes creer?– Dije iniciando conversación con ella, durante nuestro almuerzo.

–¿Qué?– Dijo con un bocado en boca.

–Te estás casando con mi ex y yo con el tuyo– Dije mientras reía, de lo loco que sonaba.

–¿Quien lo diría no?, Me caso con el ex de mi hermano?– Se quedó pensando por un momento, mientras que masticaba– Pero sabes, estoy agradecida de que ahora pueda tener, a mis tres personas favoritas tan juntas, aparte de que uno es mi hermana, mi prometida y mi mejor amigo, estoy muy agradecida de que estén conmigo–

–Ya, que me harás llorar– Su discurso me cautivo, y aunque en parte era por qué estaba sensible por la situación, yo también estaba muy agradecido, de que una persona como Ámbar, fuese mi hermana.

Ámbar.

La mañana transcurrió tranquila, Simón como yo estábamos preparados, para nuestro gran día, todo iba perfecto, solo quedaba que la hora llegase.

–¿Que opinas?– Simón salió por milésima vez de su habitación, para preguntarme el como se veía.

–Te ves increíble, Matteo atrapo a uno muy guapo– Solo hice que se sonrojarse, ya que el pensar en su prometido, lo ponía nervioso. –¿Y yo?, ¿Crees que le guste a Luna como me veo?– Me vio de arriba abajo, recorriendo todo el vestido, el cual era corte de sirena y sonrió.

–Te ves como una gran modelo, a ella le encantará, luces espectacular, de verdad– Le sonreí de vuelta, y nos dimos cuenta de que era momento de partir.

Narrador.

Todo estaba listo, el lugar, el cual era un glamuroso espacio en un parque, los asientos, el juez, los invitados, todo, era momento de empezar.

Quienes entraron primero, fueron Luna y Simón, quienes caminaron entre todos los invitados llegando bajo el arco y colocándose frente a el juez.

Cuendo ellos estaba en su lugar, entraron Ámbar y Matteo, haciendo exactamente lo mismo que los anteriores, giraron y cada uno tenía a su respectivo hermano frente de ellos.

¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora