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Simón.

–Te creo y aunque nunca hubiese imaginado esto, te perdono, pero eso no quiere decir el que este deacuerdo con lo que hiciste, siento que para nadie hubiese sido fácil decir algo así, así que por eso te perdono– Ámbar lo abrazo, así calmando un poco el ambiente.

–Acaba de pasar algo muy grave, entre una persona muy importante para mí y su padre, no me gustaría que me pase lo mismo, así que yo también te perdono, apesar de que como dice Ámbar, no estoy de acuerdo con que hayas echo eso– Nos abrazo a los dos, mientras que sonreía, para así intentar retener las lágrimas.

–Los amo hijos– Dijo, para después no poder más y comenzar a llorar.

–Tranquilo, también te amamos– Dijo Ámbar intentado consolarlo, mientras todo esto pasaba, por el rabillo del ojo puede ver otra escena, Luna y Matteo miraban desde la mesa, uno junto del otro, mientras se compartían una sonrisa consoladora, al parecer la escena los entristecía, así que los llamé, para que se unieran al abrazo, cosa que negaron.

–Bueno, ¿Gustas quedarte a cenar?– Dije terminado el abrazo.

–Lo siento, pero no, creo que es momento de decirle la verdad a sus madres, así que tengo una larga noche por delante, disfruten de la cena y feliz navidad– Se levantó de el sofá y se dirigió hacia la puerta– Feliz navidad Luna y Matteo–Dijo antes de salir por completo.

Volvimos a sentarnos los cuatro en la mesa, Matteo frente a mi, con Luna a su lado y Ámbar frente a ella, comenzamos a cenar, ya que las doce ya habían pasado.

–Nunca lo habría imaginado, ustedes dos hermanos– Comento Luna– Se imaginan haberse enamorado sin siquiera saberlo, sería como una mala historia de amor–

–Por suerte eso no pasó y nos enamoramos de ustedes– Dije, mientas que con mi mano sujetaba la de Matteo.

–Solo imaginénlo, que su relación se hubiera vuelto importante y llegarán a la siguiente base– Dijo incistiendo en esa suposicion– ¿Como se mirarian después de haber tenido sexo con su hermano?, Sería incómodo el seguir viendolo– Dijo ahora para si, aunque fue escuchado por los tres.

El comentario de Luna hizo que los tres pensaramos en lo mismo, el día del trío, ¡Había cometido incesto con Ámbar, aunque en mi defensa no lo sabía, pero ahora lo sé.

Nos miramos sorprendido, ¿Lo sabía?.

–Pero bueno, por suerte nada de eso pasó y todo está incluso mejor entre ustedes, ¿Verdad?–

–Claro, ahora somos más amigos que antes– Intenté sonar lo menos nervioso, a lo que al parecer fui convincente.

Pasaron varias horas, seguíamos sentados en la mesa, solo que ahora hablábamos de cosas que habían pasado, ya sea que involucrara a alguno de los precentes o no, el chiste era solo hablar y pasar un buen rato, ya sean entre risas o burlas, hasta que vimos como el sol comenzaba a salir.

–¡Que hermoso!–Grito Luna, justo antes de salir corriendo a el balcón, siendo seguuda por Ámbar.

–Vamos con ellas– Le dije a Matteo, ya que tambiée hubiera gustado ver el amanecer.

–Creo que será mejor el dejarlas solas, tienen cosas que aclarar– Dijo sujetando mi mano defendiendome– Por cierto, Feliz Navidad Simón– Dijo para después darme un beso en la mejilla.

–Feliz Navidad Bonito– Dije para así dirigirle una sonrisa.

Ámbar.

Estaba nerviosa, llevaba toda la noche pensando en esto y aún no sabía, ni tenía las palabras para poder decirlo, pero si el momento.

–Luna– La llame, sujetando su hombro, para que así volteara a mí.

–Perdón, estaba tan centrada en el amanecer que no ví que estabas aquí– Dijo haciendo que mis nervios disminuyeran, por la naturalidad con la que hablo.

–Luna, tengo algo que decirte– Suspiré lo más profundo que pude– Yo, tu– Aunque aún así no pude decir nada, los nervios me dominaban, ella con una solo mirada lograba dominarme.

Iba a volver intentarlo, pero ella no me dejó, antes de que yo pudiera volver a emitir algún intento de diálogo, me sujeto del rostro y me beso, dejándome en shock.

–Ámbar, siento lo mismo que tú y me gustaría que fuéramos algo más que novias, se que tal vez me este adelantando a los echos, pero creo que te amo– Estaba extrañada, pero me agradaba el que sintiera lo mismo.

–Luna, ¿Te gustaría ser más que amigas?–

–Me gustaría intentarlo, así que si Ámabar, si quiero ser tu novia– La abracé y le di un pequeño beso en la mejilla.

–Por cierto, Feliz Navidad– Dije sin siquiera soltarla.

–Feliz Navidad para ti también– Dijo fortalecíendo el abrazo y soltando un suspiro– Eres el mejor regalo que pude haber recibido en esta navidad.

Le di un pequeño beso y seguí con el abrazo, solo quería consolarla, era lo mínimo que podía.

–Gracias por estar ahí, siempre–

–Lo estaré siempre que pueda–


















¿Por que tú? | Sitteo, Lumbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora