Capítulo 21

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Me moría de tristeza por dentro. Ver a mi hermano y Laura tan dichosos y enamorados hace que me replantee de irme lejos, pues no sé si podré soportar todo este sentimiento el cual me está consumiendo tan despacio qué temo no tener la suficiente valentía para callar y lo que es peor contenerme de tener cerca a Laura y no poder  saborear sus labios, tocar su cuerpo.

En ese momento veo un coche pararse en la puerta.
Miro por la ventana y se trata de mi abuelo.
¿Perfecto y éste que hace aquí?

— Alois, el ogro está aquí.— Me informa mi primo.

— Lo acabo de ver, a ver que trae en el pico para que se presente a estas horas.

— Vendrá a ver a Julen. — Entonces caigo en la cuenta que Julen está en la habitación de Laura. La imagen de verlos juntos no me agrada en absoluto.
Antes de nada, quiero impedir que mi abuelo haga algo en contra de Laura.
Por lo cual no se me ocurre otra idea que coger a Héctor del brazo y a empujones irnos hacia la habitación de Laura.
Con los tres dentro de la cama, evitaremos que ella tenga problemas.

Alois déjame un sitio me voy a caer de la cama.

— Tío es que no hay más sitio, me tendría que pegar a Laura.

— Aprovecha, otro santo con más luces no vas a ver.

— Te pasas. Pero bueno está en pijama para mí disgusto, me acercaré a ella, no quiero que el galán se rompa la crisma.

— Capullo. Venga que viene el ogro, hazte el dormido.

Con disimulo, me acerco a Laura.
Esto es lo peor que ha VB podido pasar. Tenerla cerca y no poder besarla, está a pocos centímetros de mí y tengo que observar como duerme plácidamente junto a mi hermano. Amar sin ser correspondido, ¿Hay algo más detonante?

Soy el primero en despertarme, salgo a hurtadillas de la habitación, me doy una ducha cuando ya estoy cambiado mi abuelo me acecha.
Ruedo mis ojos buscando la paciencia por algún lado.

— Alois, que bien te veo.— Sus palabras me suenan muy déspotas, por lo que no tardo en prepararme para lo que será una batalla.

— ¿A qué has venido abuelito?

— A darle a Laura lo que acordemos cuando entró a trabajar para mí.
Aunque para ser sinceros, creía que no lo conseguiría.

— Conseguir ¿El qué? — Mis músculos están  tensos, por mis venas corren el veneno que me transmite mi abuelo.

— ¿Acaso no os habéis dado cuenta? Contraté a Laura para que hiciera que las cosas entre tú y Héctor se solucionasen, y volviérais a ser aquellos primos que fuisteis en un pasado. Veros siempre discutiendo me estaba acortando mis días. Ahora que les veo tan bien, quiero hacer una fiesta.

En ese momento llega Julen y Héctor. Mi abuelo, no tarda en soltar la bomba y lo peor viene cuando debemos presenciar como le hace entrega de un sobre, dejándole "Liebe" a su nombre.

El ambiente no tarda en contaminarse, Héctor y Julen vuelcan su enojo contra Laura.
Aún así, el que más me preocupa es mi hermano.
Conozco a Julen y sé que todo esto le va afectar demasiado. Y no es justo que Julen también tenga que sufrir por culpa de las acciones de mi abuelo.

Una vez nos alejamos de la casa, dejo que Héctor arremeta contra Laura, así de eso modo mi abuelo se irá lo antes posible más feliz que unas castañuelas.

QUERER, NO ES OBLIGARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora