Ghost Drivers "Dioses de la muerte"

XII

Giró a la derecha y golpeó el volante, habían dejado inconscientes a los lobos que los habían atacado, pero no podía sacarse de la cabeza lo que le habían dicho, alguien le había puesto un precio a su cabeza y tenía que descubrir de quién se trataba.

-Relájate.

Giró la cabeza y puso los ojos en blanco.

-No será tan difícil de descubrir.

Se pasó  los dedos por el puente de la nariz y suspiró.

-Mira Chanyeol, tener personas en mi contra es parte de mi trabajo y créeme cuando te digo que no son pocas, tiendo a cabrear a la gente.

-Descubriremos de quién se trata.

- No es así de simple, no será quién, serán quiénes y probablemente no sólo le hayan puesto precio a la mía.

-¿Cómo?.

Levantó una ceja y suspiró.

-Es complicado, por el momento entremos a la manada.

Ralentizó y cambió de marcha, les había llevado toda la tarde llegar a Rembuland, habían tenido que robar gasolina y amenazar a un par de personas, pero había valido la pena.

Sonrió leve al ver la casa del alfa, estaba cansado de huir, su humor no era el mejor y necesitaba urgentemente unas semanas de descanso.

-Estamos aquí.-murmuró por el vínculo.-Necesito que salgáis a ayudarme.

Se llevó la mano a la parte superior del abdomen y presionó, no era la peor herida que había tenido, pero ardía como el mismísimo infierno.

-¿Estás bien?.

Sonrió y asintió leve, no era necesario que Chanyeol lo supiese.

-¿Baekhyun?.-Preguntaron por el vínculo.

Suspiró y dejó caer la cabeza contra el volante.

-O vamos Kyungsoo, sabes que soy yo, ahora saca tu culo de la cama, deja a tu mitad esperando y ven a ayudarme de una jodida vez.

Sintió una mano acariciarle y giró un poco la cabeza, abrió el ojo derecho y sonrió leve.

-Se que no estás bien....

-Chanyeol estoy bien.

-No creo...

-¿Cómo?

-Vi el golpe, por muy fuerte que seas no creo que tus costillas aguanten ese nivel de presión.

-¿Por qué no has dicho nada?.

-Eres demasiado terco, no hubiéramos avanzado nada, me conforme con meter un par de aspirinas en tu café.

-¿Aspirinas?.

Levantó los hombros y sonrió.-Hay que estar preparado para todo, ahora salgamos del coche y arrasemos con la nevera, muero de hambre.

Negó y sonrió.

- No sería capaz ni aunque quisiera.

Chanyeol parpadeo, miró hacia la puerta de la casa y abrió la puerta del coche.

-¿Quién dijo que ibas a hacerlo sólo?.

Sonrió leve y dejó caer la cabeza en el respaldo, negó cuando la puerta se abrió y sintió los brazos de Chanyeol a su alrededor.

-¿Estás listo?.

Asintió.- Nací preparado.

-Entonces vamos.