Nos contradecimos a nosotros mismos porque no todo es blanco o negro, como Mary y Salmeé.
Somos capaces de amar y odiar a la vez, como Mary y Salmeé.
Somos capaces de lastimar incluso a los que más amamos, como Elián.
Está bien no rendirse con los demás y luchar por ellos, como Iván.
No se da en la mayoría de los casos, pero sí hay personas atroces que pueden evolucionar para ser personas mucho mejores, como Elián.
Está bien huir por miedo, como Mary.
Está bien que tu presente no borre tu pasado, como Elián.
Está bien encontrar la forma de vivir a pesar de tu pasado y ser mejor en el presente e incluso más en el futuro, como Elián.
Está bien dar segundas oportunidades, como Salmeé.
Está bien no olvidar, como Mary.
Está bien ser rencorosos a veces, como Mary.
No todo se puede perdonar, según Mary.
Pero todo tiene una forma de seguir adelante, con o sin ese perdón, según Salmeé.
Todos cometemos errores, como... bueno, como todos.
Somos diferentes y nadie ve las situaciones de la misma forma. Quería mostrarles con esta historia que cualquier punto de vista es válido si nos proponemos intentar ver desde otras perspectivas; si somos respetuosos, tolerantes y empáticos.
Para los que querían a Mary con Iván solo debo recordarles que el enamoramiento se desvanece. Podemos haber amado a alguien, o creído amar, y que con el tiempo ese amor se transforme en otro de otra clase. No por eso dejamos de querer a la persona o preocuparnos por ella, pero ya no estamos interesados en el aspecto amoroso.
Para los que querían a Salmeé con Elián la he puesto un poco más difícil. Sé que al principio solo mostré el lado más brillante de él, del que cualquiera de podría haber enamorado. Sin embargo, la primera impresión que tenemos de alguien no es la definitiva nunca. Hay un pasado y un por qué para cada actitud, y cuando se conoce realmente a alguien salen cosas a la luz que jamás podríamos haber imaginado.
Piensen y reflexionen, respondan a conciencia:
¿Estarían con alguien que agredió brutalmente, quemó mientras estaba incosciente con agua hieviendo y dejó en coma a la persona que más querías solo por dinero para drogarse y alcoholizarse? ¿Estarías con alguien que te golpeó repetidas veces, que te quemó y destruyó la piel, que te dejó secuelas por años y te obligó a vivir con miedo y escondiéndote?
Una cosa completamente diferente es perdonar. Unos lo harían y otros no.
Pero, por lo menos desde mi punto de vsita, nadie podría estar involucrado amorosamente con esa persona. No debería.
Comprendo a Elián y admiro cuánto progresó. Es un ejemplo de lo que implica reconocer y cargar con tus errores, querer ser mejor por ti y por los demás e intentar remediarlos.
Comprendo a Iván por no rendirse cuando muchos lo hubieran hecho.
Comprendo a Hilda y a su obsesión con las colinas.
Comprendo a Mary y a Salmeé a pesar de lo diferentes que son.
Gracias por darle una oportunidad a Lo que callo para no herirte. Espero que hayas reflexionado y disfrutado de la historia tanto como yo lo he hecho.
Con amor cibernético y demás, S. ❤
Y recuerden:
Sí existen los finales felices,
pero también los agridulces.
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Lo que callo para no herirte
Short Story¿Callo para no herirte o te cuento la verdad?