Capitulo 67

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Era más que evidente que ambos hombres frente a nosotros se llevaron una impresion muy fuerte, al igual que nosotros quedaron completamente mudos unos cuantos minutos y luego desaparecieron en dirección al estudio, solté el aire y gire sobre mis pies para poder envolver entre mis brazos a mi sonrojada y apenada mujer.  Manda cubrió con sus manos su rostro y lo enterró en mi pecho negando nerviosa, instintivamente la abrace más fuerte besando su cabellera

- DIOS!!

Murmuró aun con su rostro escondido en mi pecho. Trate, juro que trate no reír por la situación pero llego un punto en que no pude contenerme más y empecé a reír como un poseso...
Mi mujer fijo sus ojos en los míos y me mostró su rostro lleno de confusión.

- Puedes decirme que es tan gracioso? Casi nos pillan en pleno...
- En pleno arrebato pequeña.

Interrumpí sus palabras y robe un beso de sus labios.

- Eso es justo lo que me causa gracia. Me tienes echo un animal en celo, que no puede tener sus manos lejos de su presa... Y ahora mis amigos se encargarán de burlarse de mi cada oportunidad que tengan.
- Seré la comidilla...

Respondió ahora algo molesta e intentando apartarse un poco de mi. La apreté un poco más a mi cuerpo ya sintiendo nuevamente el deseo embargar todo mi cuerpo. Y es que de verdad mi mujer podía encenderme con solo su presencia...

- Tranquila pequeña... No dejaré que se rían de ti, así tenga que caerle a golpes a mis propios amigos

Dije besando su frente y envolviendo su cuerpo aún más en mi abrazo.
Dios!! Amaba tanto a esta mujer que estaba seguro que si ella tan solo lo pidiera yo besaria el piso a sus pies. Ella era mi centro, mi norte, ella era absolutamente todo en lo que yo necesitaba en la vida para ser feliz...
Para sentirme completo y lleno de dicha y felicidad.  Samantha Álvarez era mi vida y sin ella yo tenía muy claro que no podría continuar.

- Te amo tanto Sam...

Murmuró mi pequeña transgresora sobre la piel de mi cuello, causando que todo mi cuerpo vibrará por sus palabras. Volví a besarla, porque si no lo hacía era un completo idiota.  Me perdí por algún par de segundos en su sabor dulce y natural, ese que me encantaba y llenaba de placer.
Luego de deleitar mi corazón con su sabor, con la ternura de sus labios que sabían a pureza y perversión al mismo tiempo tuve que a regañadientes que liberarla para que fuera a tomar una ducha y vestirse de forma más decente, aunque si tenia que ser franco la prefería ver así...
Con mi camisa cubriendo su cuerpo, con los labios hinchados por culpa de mis besos, su rostro sonrojado por la pasión...
Pero teníamos visitas que atender y me interesaba mucho hablar con Alex de como iban con la búsqueda de el desgraciado de Carlo.

- ( Samuel) Que carajos es tan chistoso?

Dije  totalme te serio, tanto Alex como Nat me miraron un par de segundos  y volvieron a estallar en risas, de tal forma y tan fuerte que no pude evitar reír también y pasar las manos por el rostro y pelo intentando controlarme, Joder... 

- ( Samuel) Joder...  Podían habernos habisado que venían no?

Dije entre risas y ya estrechando la mano de Alex primero y luego la de Nat.

- ( Nat) Un error de nuestra parte...

Respondió Nat intentando controlarse  también.

- Ya, y por eso ahora mi mujer va a pasar toda la mañana apenada por la manera en que nos encontraron hace un momento.

Dije ya poniendome serio, la verdad aunque la situación podía ser chistosa hasta cierto punto, me preocupaba lo incomoda que pudiera sentirse mi mujer.

- De una vez les advierto que si llegan a hacer ningún tipo de chiste sito respecto a esto a mi prometida se van despidiendo de esas perfectas dentaduras.

Dije señalando los a cada uno con mi mejor mirada más amenazante.
Nat y Alex levantaron entre risas las manos en señal de rendición y negaron con la cabeza.

-( Nat) Tranquilo colega, ni una broma al respecto, lo llevamos muy claro.
- Más les vale...

Advertí nuevamente. Me fui a sentar frente al escritorio y les observe a detalle algún par de segundos.

- Por cierto Alex, en hora buena por los bebés.... Supe que Phebe y ambos niños están muy bien...

Los ojos de Alex brillaron con intensidad y una enorme sonrisa enmarcó todo su rostro. Se notaba lo feliz que era junto a su esposa y sus hijos, yo recordaba perfectamente lo mal que el lo pasó cuando el secuestro de su ahora esposa y la muerte de uno de sus hijos Nikolay. Que ahora cuatro años después hubieran traído a este mundo de locos a dos niños más era una señal inequívoca de que tanto su mujer como el estaban decididos a ser felices.

- ( Alex) De verdad gracias Samuel, si mi mujer estuvo  increíble,  soporto todo la labor de parto con tenacidad y por ello Alexey y Ludmila nacieron sin ningún contratiempo u anomalía. Dos bebés con un perfecto estado de salud... Y ambos tan hermosos como su madre.

Dijo con orgullo sacando su móvil y tendiendolo a mi para que vea una imagen de su mujer y sus cuatro niños...
A Celine y Noah les conocía, después de todo yo ayude a que ellos llegarán al mundo y cada uno estaba sentado a cada lado de la cama y en el medio una Phebe que se notaba cansada pero hermosa y feliz, ella sostenía a la que supe  que era Ludmila y Alex estaba muy cerca de su familia besando los labios de Phebs y tenía entre sus brazos a Alexey...
Noah y Celine sonreían viendo a sus papas besándose y riendo a la vez...
La verdad que la foto era perfecta, no podía imaginar que habilidad extraña tenía que tener Alex para poder hacer esa clase de fotografías, pero era una obra de arte.

- ( Alex) Esa la tomé cuatro horas después del nacimiento de los gemelos. Un par de minutos luego de que Celine y Noah pasaran a conocer a sus hermanitos.
- ( Nat) Son de verdad una hermosa familia, se nota que tu esposa está muy bien y feliz...

Acotó Nat cuando le alcance a él el móvil de Alex para que apreciara la imagen.

- ( Alex) Luego de todo lo que ha tenido que vivir mi mujer creo que por fin es feliz...
No se, sonara ridículo, pero les juro que abrir los ojos a su lado, contemplarla dormida sobre mi pecho, verla corretear con los niños con una sonrisa pegada al rostro y ver esos ojos llenos de dulzura cuando me mira me hacen sentir el tipo más afortunado del planeta. Ella es todo mi centro, creo que soy feliz solo con saberla mía...

Dijo totalmente sonriente y orgulloso Alex.

- Eso se nota.

Dije con una sonrisa que tanto Nat como el mismo acompañaron...

Tu y yo... todo o nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora