Capitulo 74

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La llamada llegó justo a tiempo, porque yo ya estaba por volverme loco, Nat y mi mujer llevaban dentro del quirofano dos horas, y aún les faltaba un Buen trecho para concluir. Había visto el inicio de la operación, pero no suelo poder estar tanto tiempo quieto, odio ser espectador, a mi me gusta tener metidas las manos dentro del cuerpo humano, ser el que les brinda una oportunidad de vida a los demás.
Tengo que reconocer que si bien recordaba lo meticulosa y centrada que era Samantha en cirugía por un par de minutos me preocupe, sus manos sostenían estáticos el bisturí que la asistente a su derecha le había entregado y ella quedó ahí...
Como congelada, nadie se movió, nadie emitió un solo sonido, se quedaron ahí. A la espera de que ella avanzara y todo comenzara. Ella era la que tenía que dirigir la cirugía...
Me acomode en el asiento del otro lado de la mampara de cristal, era una sala de exposiciones para médicos, estudiantes y los familiares del paciente, ubicado tres metros sobre el nivel de la mesa donde la cirugía era echa. Vamos, como si fuere un cine...
Recargue mis codos en mis rodillas y entrelace los dedos de mis manos, apretando con fuerza el anillo que sostenía, si... El que le había dado a mi mujer nuevamente, el símbolo de nuestro compromiso...
Mis ojos estaban fijos en toda ella, vestida con ese uniforme quirúrgico, el cabello escondido dentro de aquella gorra  y su perfecta boca de fresa cubierta por el tapa bocas, Nat le sacaba casi dos cabezas de estatura y su tamaño pasaba el doble de mi pequeña, pero era ella la reina de aquel lugar...

" Tu puedes preciosa"

Eso fue lo que pensé y de inmediato, casi como si ella hubiese escuchado mi pensamiento sus manos empezaron el trabajo para las cuales las habían entrenado. Mágico... Sublime, esa era la palabra, el trabajo de mi pequeña era puro instinto...
Dos horas después de estar viéndola como trabajaba junto a Nat y todo ese equipo de médicos, el sonido de mi móvil saco mi atención de ella. Mire el llamante y supe que la rueda había comenzado a girar...

" - Ya leíste la prensa?

Fue lo primero que preguntó la voz de Alexander al otro lado de la línea. Y sonreí casi que de manera maqueavelica, porque aquello solo podía significar que lo que habíamos planificado en el Caribe había comenzado a rodar...
Solo restaba que la rata mordiera el queso y sabiendo lo obstinado que era aquel maldito, sabíamos que caería sin dudar.

- Alex, aún no... Pero en cuanto tenga un minuto lo leeré. Todo salió bien?
- El anuncio de tu compromiso con la doctora Samantha Álvarez ya resuena en los ecos de la alta sociedad, y la exclusiva que brindó la revista ya ha superado el millón en ventas desde París a Alemania. No sabía que eras conocido en tantos lugares...

Comentó en tono jocoso.

- Solo son gajes de la carrera, no hay muchos médicos con mi especialidad y de los que hay estoy entre los tres mejores...
- Lo se, y el echo que te nominaron para el premio internacional al mejor honcologo cirujano de la década aumenta considerablemente el echo de que los medios de prensa estén tan interesados en tu vida privada.
- Yo no creo que fuera para tanto, solo hago mi trabajo, no pretendo un premio por hacerlo.
- Ya, eso tu y yo lo sabemos Sam, pero tienes que reconocer que es un honor que con 34 años ya te concideren un médico de esa categoría, que digan que eres de los mejores a nivel mundial y ahora además anuncie tu compromiso de matrimonio con una prestigiosa cirujana a la revista más reconocida en el mundo, genera que tu vida ahora resulte mucho más intrigante e interesante.
- Eso no es difícil, menos con el echo de que el evento de premiacion es uno de los más conocidos por el mundo y toda la prensa mundial estará pendiente de él evento y las premiaciones.
- Por eso pensamos que era el momento ideal para mostrarle el pastel de humo al imbecil aquel. De seguro que sí ya no se entero en breves horas lo sabrá.

Si. Ese era el gran plan, que el maldito y todo el mundo supiera de mi compromiso con Samantha y eso le hiciera sacar la cabeza de la tierra. El evento mencionado tenía lugar en Londres por lo que volveríamos a mi piso por algunos días, nos quedaríamos aquí en España hasta que Layla estuviera fuera de peligro, luego viajaríamos a Londres un par de días antes de la ceremonia, a la que por ser uno de los nominados al premio en honcologia tenía que estar presente y dejaríamos tendida una red tan pero tan enrevesada que el cretino ese nunca sospecharia que lo llevabamos a una trampa y pasaría el resto de sus días en una jaula cual rastrero.

- Bien, ahora solo te falta conseguirle un atuendo adecuado a tu prometida...

La sugerencia de Alex dejaba entrever la diversión que eso le causaba, porque ahora que el cuerpo de mi pequeña estaba mucho mejor era hora de mostrarle al mundo entero que ella era hermosa, perfecta y que era mia...

- Tengo algo en mente, solo tengo que convencerla a ella de que es la mejor opción...
- Si, lo imagino. En fin he de decirte que las fotos que publicamos en la revista fueron completamente perfectas...

Dijo alabando su propio trabajo.

- No lo dudo Alex, pero espero que no las retocaran en edición para mejorarlas.
- Me ofende que lo pienses, tu mujer es preciosa, y el trabajo lo he realizado yo personalmente... Puedo asegurarte que no hay ningún tipo de artificio en las imágenes.

El que dijera que mi chica era preciosa, podía llegar a mosquearme, pero sabía que Alex solo tenía esa clase de ojos para su mujer. Aunque...
Eso no quería decir que no pudiera molestarle un poco.

- Como tu mujer se entere que dices que otra es preciosa...
- Como tu te atrevas a decirle eso a mi Phebs me encargaré personalmente de darle a Samantha la larga lista de mujeres a las que has dejado suspirando por tus atenciones y sobre todo...
Le diré de aquella enfermerita, como se llamaba? Ah si!! Sonia, esa con la que tuviste un desliz durante tu lapsus de dolor por ella... Y le dir...
- Ya!!!,

Le interrumpí mosquedo. Escuche su carcajada alegre al otro lado de la línea, el muy canalla me había devuelto la puya.
Aclaró su garganta intentando controlarse y luego habló con voz casi que alegre.

- En fin... Tienes cinco días más antes de la gran noche, yo que tu me pondría las pilas...

Si cinco días... Solo cinco días más para poder poner entre rejas a ese truan, pero antes le cobraría el daño a mi mujer a mi propia manera. 
Cuando corte la llamada me sentía ansioso, por lo que fui por un café mientras mi mujer y mi amigo seguían en cirugía. Realice un par de llamadas para unos encargos que necesitaba, recibí varios correos de otras revistas de espectáculos que querían saber sobre mi relación y el anuncio de mi compromiso y el llamado del organizador de la premiacion para confirmar mi asistencia, creo que el tipo se mosqueo un poco cuando le dije que no iría solo, por lo general siempre lo hacía, pero esta vez algo me dijo que no le agradaba mucho la idea de saber que tendría acompañante y menos aún el que fuera mi prometida.
Me quede mirando el móvil un par de segundos intrigado y luego me encogió de hombros restándole importancia al asunto. Tenía cosas mucho más serias en las que pensar, hable con Miguel para enterarme de como seguía su esposa, la cual había sido agredida hacia un par de semanas y me contacte con Cristhian, trate de hablar con Iván pero no lo conseguí. En fin tenia dos días.
Estaba ya girando sobre mis pies con café en mano, a punto de salir por las puertas de la cafetería cuando un pequeño torbellino arrazo contra mi...

Tu y yo... todo o nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora