Tenia a Samantha dormida sobre mi pecho desnuda, la fina tela de la sabana de seda cubría parcialmente nuestros cuerpos y mi mano se paseaba inerte por la piel de su espalda desnuda, no lograba apartar de mi cabeza lo que había pasado, pero no solo el echo de hacerle el amor nuevamente sin protección, y que pese a que eso me asustaba como la mierda ya no me importaba el echo. Si quedaba embarazada nuevamente sería puñeteramente feliz pese al miedo que podría causarme durante todo el embarazo.
Pero lo que me tenía sin lograr dormir no era eso, no. Sino el echo de aquella maldita llamada de Sonia, sabía que no tendría que haberme mezclado con ella, sabía que estaba mal querer arrancar a la mujer que amaba más que a mi vida en el cuerpo de otra mujer, y sabía que era pésimo el echo de que me acostara con ella sabiendo que era una mujer casada, pero es que ese era el motivo por el que pensé en su momento que ella no sería complicada....
Era casada, nada podría reclamarme, porque ella tenía un marido y no le convenía nada que se supiera que había tenido un rato conmigo.
Sin embargo su llamada me decía que no solo no le había gustado que desapareciera así como así, de la noche a la mañana si no menos el echo de que estuviera comprometido y ni mas ni menos con Samantha Álvarez...
Cargue mis pulmones de aire pensando en como haría para abordar el asunto a Samantha, porque si algo tenia claro era que no dejaría jamás que se enterarse por otra boca que no fuera la mía. Menos que menos que lo supiera de boca de una mujer recentida, que no haría nada más que inyectar su veneno en el frágil corazón de mi mujer.
No, no pensaba permitir que nadie le causará algún daño más, por eso estaba determinado a ser yo el que le confesara mis errores o faltas. Si alguien podía hablarme con la verdad y claridad que mi pequeña necesitaba ese era yo. Y lo haría, porque jamás me gustó irme por las ramas, siempre fui de asumir las consecuencias de mis actos y esta también pensaba asumirla.
Mi atención volvió a fijarse en el cuerpo desnuda de mi mujer cuando ésta se re acomodo un poquito más sobre mi y suspiro.
Solo el sentir su tibio aliento sobre mi piel ya me tenia exitado y haciendo un esfuerzo por contenerme...
Jod...
Cerré mis ojos dejándome arrastrar por un sueño que en realidad no sentía, pero sabía que o me dormía de una puñetera vez o de seguro despertaría a mi pequeña. Y eso no lo pensaba hacer...
No porque no deseara hacer el amor con ella de nuevo, joder!! Si me tenia echo un perro en celo, no podía mantener mis manos lejos de ella. Pero no lo haría porque ella necesitaba descansar, la noche anterior casi no durmió, luego temprano la cirugía de Layla, algo que le llevó muchas horas de trabajo y estrés y luego esperando en la madrugada que yo regresara a casa.
Mi pequeña necesitaba descansar, porque aunque estuviese mucho mejor que meses atrás, aun le costaba seguir el ritmo cotidiano, se cansaba con facilidad y yo agotaba casi todas sus energías cada vez que hacíamos el amor...
No se en que momento me quede dormido, solo se que cuando desperté fue porque escuché hablar a mi pequeña, en voz baja, seguro para evitar despertarme a mi...
Abrí aún sin ganas uno de mis ojos y enfoque su delicada silueta desnuda, sentada en la cama y apartando a la vez el cabello se sus ojos.
Simplemente preciosa, y esos movimientos me decían que ella también había despertado solo segundos atrás, estaba cargando de aire mis pulmones cuando toda su actitud cambió de relajada y somnolienta a tensa, eso tendría que haberme dado una pista, pero lo que lo hizo en realidad fue el tono de su voz...
Frío, tétricamente frío...- Quien habla?
Me senté de inmediato en la cama y mis manos por instinto intentaron acercarle a mi, pero cuando sus ojos vieron mis intenciones salto de la cama aún con el teléfono pegado a su oído y busco con la mirada algo, cuando miro al suelo recogió la bata de seda y se la fue colocando con movimientos bruscos y molestos, aún sin apartar de su oído el móvil...
- Nena...
Hable ya parandome frente a ella para saber lo que ocurría, su ceño fruncido, su manera brusca y molesta de ponerse la bata y esa mirada fría me decían que estaba molesta, muy molesta...
- Escucha muy bien lo que voy a decirte, personaje de caricatura barata...
JOD... PERO CON QUIEN COÑOS HABLABA!?
- Si tu crees que llamando al móvil de MI prometido, y diciendo que pasasteis toda la noche juntos y que según tu... Querías asegurarte de que
" Tu hombre" llegó bien a casa...MIERDA!! MIERDA!! MIERDA...
Petrificado, así fue que quede... Completamente petrificado...
- Ten un poquito de modales despojo de mujer, porque ni ramera sirve decirte... NO TE ATREVAS A INTERRUMPIR CUANDO YO ESTOY HABLANDO RASTRERA...
Si no querías insultos no haber llamado al móvil se mi prometido y haberme dicho toda esa sarta de mentiras!!....
Ja!!! No me hagas reír ignorante, que tu te crees que yo me cupo el dedo... O que te piensas? Una mujer que se respeta. No anda de mendiga tras de un hombre. Mucho menos aún comprometido con otra. Tu solo eres una pobre patética recentida que de seguro solo busca obtener la atención de mi prometido, pero sabes algo? rata de alcantarilla?? SAMUEL IMPOSIBLE QUE COMPARTIERA LA NOCHE O LA CAMA CONTIGO, PORQUE A MENOS QUE TENGA UN CLON... LA PASO CONMIGO.Yo mato a esa bruja del Demonio!!! Juro que le mato...
Cuando Samantha colgó la llamada y arrojó el móvil contra la pared en medio de un grito lleno de rabia, supe que estaba en un lio gordo...