Capitulo 83

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                          Alexander

Tenía que reconocer que Samantha era más fuerte de lo que yo creía, por un momento en verdad me preocupe por la pregunta de ese estúpido reportero, pero Samuel no dejaría que mancharan la imagen de su prometida, el respondería a cualquier cosa y pondría en su lugar a quien se atreviese a dañar a su mujer. Le entendíamos, claro que si. Todos los hombres que estábamos compartiendo la mesa junto a él está noche estábamos dispuestos a dar la vida por las mujeres que amábamos. Por eso estábamos todos presentes esta noche. Por eso incluso nuestras esposas estaban esta noche aquí, Lina incluso que debería de estar en reposo por su embarazo estaba aquí presente.
Recorrí con la mirada mi periferia y vi que Erick y el resto de toda la seguridad que nos acompañaba esta noche ya tenían localizado al mequetrefe ese. La verdad es que Nathaniel le tenia totalmente localizado desde que le hicimos sacar la cabeza de la tierra en España. Ahora solo restaba hacerle creer que podría alcanzar su presa en algún momento, cosa que no sucedería. Ese idiota no llegaría ni a respirar el mismo aire que ninguna de las mujeres que nos acompañaban y menos que nadie no llegaría a siquiera respirar cerca de Samantha.
Podía notar la tensión en el cuerpo de Samuel, aunque no por eso su actitud divertida y relajada con Samantha, la trataba con total adoración y devoción. No podia mantener sus manos lejos de ella, buscaba cada segundo tener un contacto por mínimo que fuera con el cuerpo de su persona.  Mire mi reloj, ya habían pasado dos horas desde que la gala había comenzado, el premio ya le había sido entregado a Samuel y ahora se disfrutaba de una cena. La música tenue mantenía un ambiente relajado y sobrio.

- ( Samuel) Aún no, pero esperemos que pronto Layla pueda hacer la terapia de rehabilitación...

Samuel respondía la pregunta que Lína le había echo sobre la niña que Samantha trataba con el ejército.
Note como una mujer se acercaba casi que a tropezones a nuestra mesa. Tenía un vestido que dejaba ver demasiado y una copa de licor en su mano. Sus ojos estaban fijos en Samuel y Samantha y se notaba una decisión de arruinar la noche de la pareja que de inmediato puso a todos en alerta.
Sabía muy bien quién era, porque sabía que ella había sido quien soltó el dichoso rumor de que Sam era infiel a su prometida, incluso había causado un mal momento entre Samuel y Samantha cuando llamó al móvil de Sam e intentó hacerle creer a Manda que su prometido la engañaba.  Mi atención estaba fija en toda ella cuando escuché la voz de Miguel hablar en tono serio pero bajo.

- ( Miguel) Párese que tendremos problemas...

Los ojos de todos se posaron en la mujer que se acercaba a paso torpe. 
Vi la seriedad y molestia en la mirada de Samuel y como su mano sostenía con cuidado la de Samantha que miraba curiosa a quien caminaba hasta nuestra mesa.

- ( Samantha) Quien es?

Preguntó sin dejar de verla.
Samuel se acerco a su prometida y beso fugazmente sus labios, la vio con ojos preocupados un par de segundos antes de responder...

- (Samuel) Es Sonia...

Los ojos de Samantha lo vieron incrédulos y volvió su atención a esa mujer, seria, muy seria.
Mierda!!

( Samuel) Pequeña yo...
Si quieres que nos vallamos ahor...

Intento Samuel hablarle a Samantha, pero esta le interrumpió.

- ( Samantha) Claro que no. Esta gala es por ti, no es lógico que tu y yo nos vallamos. La que no tiene que estar aquí es ella.

Susurró, tenía razón. Esa mujer no tendría que estar presente, pero de seguro que Samantha no tenía idea que había más de una persona que no tenía que estar esta noche aquí. 
Samuel apretó los dientes e intentó ponerse de pie hablando.

- (Samuel) Pediré a seguridad que la hagan retirarse en este momento.
- ( Samantha) No lo harás. No formemos un escandalo innecesario,  y disfrutemos de la noche.

Dijo Samantha dándole una perfecta y dulce sonrisa a Samuel, este le sonrió igual y beso su frente mientras hablaba.

- ( Samuel) Te amo pequeña, no quiero que te sientas incomoda cariño...
- ( Samantha) No te preocupes por mi Sam, no dejaré que su presencia me dale el buen humor.

Samuel asintió para ella y trató de relarse regresando su completa atención a la conversación que manteníamos antes de ver a esa mujer. 
Pero era muy claro que esa mujer no tenía el plan de pasar una tranquila velada....

Tu y yo... todo o nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora