Alex
Tenía la mirada clavada en ella mientras dejaba el salón junto a Sylvie. Me había dejado un profundo ardor de humillación cuando rechazó mi gesto de aquella forma tan tenaz; sólo buscaba ser amable con ella, una cualidad poco frecuente en mí, pero ella claramente no había aceptado el detalle...No lo quiero...la corta frase se repitió una y otra vez en mi mente, como si el eco de su voz se hubiera quedado impregnado en el salón, hiriendo mi orgullo una y otra vez; sus palabras iban cargadas con un significado más profundo...intuí que no sólo se había referido al abrigo...para mí había quedado claro que no quería nada de mí...
Nunca nadie había rechazado ni siquiera el más mínimo acto de bondad ofrecido por mí. El sonido de los cristales rotos me hizo volver a la realidad; sentí el líquido corriendo por mi mano y entre mis dedos...entonces me di cuenta de que el vaso de grueso cristal había quedado hecho añicos en mi puño. Sacudí la mano con asco y volví a la mesa con las botellas, sintiendo los cristales rotos haciéndose polvo bajo la suela de mis botas...
"Pero quién se ha creído que es?!" Pregunté en voz alta, a nadie en particular mientras me servía otra bebida...
Tomé todo el contenido de un sólo trago, dejando que calentara mi interior, y me serví otro de inmediato, intentando apaciguar la repentina ira que me embargaba...A qué clase de juego está intentando jugar la princesa?...Quise saber. Podía ver que ella era una persona orgullosa y con razón! No esperaba menos de una persona de su clase, criada en la abundancia y más acostumbrada a dar órdenes que a recibirlas. Pero más temprano que tarde tendría que olvidar de dónde venía y aprender algo de humildad y yo, encantada, sería la encargada de enseñarle la valiosa lección...le haría olvidar sus orígenes y la convertiría en la más humilde y servicial de las sirvientas. Me deleité tan solo de pensar en ello. Ella podía intentar mantenerse digna todo lo que quisiera, pero yo le haría fracasar con toda certeza. Si no iba a aceptar nada de mí, que así fuera! Me prometí no volver a mostrarme piadosa ante ella...
El amanecer me tomó completamente desprevenida; había estado demasiado inmersa en todo tipo de pensamientos sobre la joven recién llegada. Me dirigí a mis aposentos con urgencia, extrañamente ansiosa por ver a Sylvie y preguntarle cómo había pasado la noche nuestra nueva huésped. No tuve que esperar mucho...
"Buenos días mi señora" Sylvie entró en mi habitación cargando una pesada bandeja con mi desayuno "Cómo pasó la noche?" Siempre preguntaba la misma estúpida pregunta, aunque mi respuesta se mantenía inamovible...
"Como es costumbre...despierta y a solas con mis pensamientos" Respondí sin ganas, cansada de la misma charla "No sé por qué tienes que preguntar siempre lo mismo cada mañana si ya sabes la respuesta" Le dije cortante; ese día estaba particularmente irritable
"Lo siento mucho si le molestan mis preguntas, mi señora...sabe que solo me preocupo por usted" Pareció contrariada por mis formas tan bruscas, haciéndome considerar que ella no tenía la culpa de mi actual malhumor...
"No...no lo sientas...he pasado una mala noche y estoy pagando mis frustraciones con la persona equivocada" Mis palabras fueron de su agrado
"Está bien mi señora...no tiene que darme explicaciones" Llegaría el día en que la princesa se comportara tan sumisamente? Me pregunté observando a Sylvie mientras colocaba la bandeja en mi mesa habitual para las comidas, imaginando que fuera ella...
"En realidad...puedes llevarte el desayuno de vuelta a la cocina" Era muy normal en mí saltarme algunas comidas. De hecho, podía pasar días sin tomar un sólo bocado. Aunque podía ser un poco debilitante pasar mucho tiempo sin comer, no era algo que pudiera matarme, así que a veces comía más por hábito que por necesidad...
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Luz en el lugar más Oscuro (Vauseman)
FanfictionVAUSEMAN AU. Alexandra Vause, un ser condenado a gobernar las Tierras Sombrías en un mundo cada vez más acosado por la oscuridad, verá sus poderes disminuidos por la llegada de una joven que despertará en ella sentimientos nunca antes vividos. Su fi...