Luz en el lugar más Oscuro (Vauseman)

Capítulo XIII

Alex

Registré cada rincón de la pequeña habitación hasta finalmente encontrar lo que estaba buscando, deliberadamente escondido detrás del espejo que colgaba sobre su peinadora. Un pequeño y viejo libro cuyas hojas casi se desvanecían al tacto por su antigüedad, aunque la información que contenía seguía vigente a pesar de los años. No quise ni pensar en lo que planificaba hacer con la información contenida en él. Me senté en el único sillón disponible para esperarla pacientemente...en algún momento tendría que venir a su habitación. Mientras tanto, me distraje releyendo el libro en cuestión, aunque ya conocía las páginas de memoria. Estaba lleno de diversas ilustraciones de plantas y hierbas, y cada dibujo venía acompañado del nombre común de la especie y una resumida descripción de sus atributos curativos...aunque algunas no tenían fines curativos en absoluto, si no que estaban catalogadas como venenosas y cuidadosamente descritas con el objetivo de aprender a evitarlas. Noté la esquina de una de las páginas doblada y abrí el libro en la marca...Adelfa...Leí; los espasmos de rabia se apoderaron de mí mientras seguía leyendo...Hojas extremadamente venenosas...Mi vista se nubló con pequeños destellos rojos, como gotas de sangre. No alcé la vista cuando escuché la puerta abrirse, pero sí escuché cómo dejaba escapar un gemido de susto, sorprendida de encontrarme allí, sorprendida de haber sido descubierta. Dejó caer una bandeja que llevaba con ella, que se estrelló estrepitosamente contra el suelo.

"Es una lectura verdaderamente interesante..." Cerré el libro con más fuerza de la necesaria casi haciéndolo añicos entre mis manos sin importarme su estado desmejorado "Especialmente para alguien que jamás ha mostrado el mínimo interés en los libros..." Clavé mis ojos fríos y duros en su rostro atemorizado "Qué pretendías hacer con él, Sylvie?"

"Yo...yo...puedo explicarlo...mi señora" Tartamudeó nerviosa

"Por tu bien, más vale que así sea..." Apenas suspiré amenazante y esperé la explicación

"Últimamente...he tenido...he tenido frecuentes...dolores de cabeza..." Comenzó a explicar

"No..." La interrumpí cortante haciéndole saber que no iba a tragarme esa excusa "Si fuera eso cierto, habrías venido a mí" Sabía yo mucho sobre remedios y métodos curativos "Además...por qué habrías de esconderlo?" La pregunta la dejó sin escapatoria "Te daré una última oportunidad para que me digas la verdad...qué querías hacer con él?" Hablé despacio intentando contener mi brutalidad a punto de estallar

"Le he dicho la verdad mi señora..." Tuvo la osadía de apegarse a su explicación inicial

"Mentirosa!" Rugí y acorté la distancia que nos separaba en un segundo para sujetarla fuertemente por los hombros "Adelfa?" La empujé contra la pared "Te diré exactamente lo que pretendías hacer..." Hablé cerca de su rostro para acusarla "Ibas a envenenar a Piper..."

"No..." Gimió aterrada; sus ojos estaban llenos de miedo

"...La odias...te sientes amenazada por su presencia y te la quieres quitar del medio...atrévete a decirme que estoy equivocada"

"Lo juro mi señora..." Declaró con temor "No me hubiera atrevido..." Miré intensamente en sus ojos buscando la verdad, colocando mi mano sobre su corazón para cavar en lo más profundo de su alma...

"Dilo otra vez..." Ella sabía perfectamente que de esa forma no podía mentirme; vería la verdad en ella. No se atrevió a hablar, pero vi el odio y la envidia que sentía por la joven y conociendo su viciosa alma, no descansaría hasta verla muerta "Olvídalo...ya he visto lo que tenía que ver..." Había cometido un flagrante error, y conmigo, no había cabida para segundas oportunidades "Tendrás que pagar tu falta..."