Luz en el lugar más Oscuro (Vauseman)

Capítulo XLVI

Alex

Siempre me pesaría en el pecho saber que nunca podría hacerla plenamente feliz, porque no importaba lo que hiciera, siempre quedaría en ella el vacío dejado por su familia y la sombra del abandono, el dolor de la traición...algo que yo simplemente no podía llenar, aunque ella me asegurara una y otra vez que yo era todo lo que necesitaba en su vida.

La observé dormir, sumergiéndome en un estado de paz y tranquilidad que sólo la calidez de su cuerpo y el suave murmullo de su respiración acompasado con los latidos de su corazón podían traerme. Agradecí no sentir la necesidad de apartarme de su lado esa noche para reponer mis fuerzas y poder disfrutarla toda la noche. Cuando amaneció, decidí no despertarla de inmediato y darle más tiempo para descansar, aunque hubiera sido mejor partir temprano para aprovechar el día. El cambio en su respiración fue la señal que estaba esperando para acariciar su espalda con mis fríos dedos...

"Mhmmm..." Murmuró somnolienta contra mi pecho cuando mis dedos comenzaron a descender cuesta abajo...

"Buenos días, dormilona..." Besé la corona de su cabeza enterrando mi nariz en sus cabellos para llenar mi cuerpo con su aroma

"Buenos días..." Replicó con voz queda, sin moverse ni un centímetro. Le permití un par de minutos más, pero tuve que intervenir con voz firme cuando percibí un ligerísimo ronquido...

"No podemos quedarnos mucho más tiempo en la cama..." Advertí sacudiendo su cuerpo juguetonamente

"Sólo un poquito más..." Se quejó con voz más espabilada aferrándose celosamente a mi torso "Estoy muy cómoda ahora mismo..." Reforzó sus palabras abrazándome con más ahínco, haciéndome reír

"Sí...yo también estoy muy cómoda" No había discusión alguna "Pero tenemos planes, recuerdas?"

"Cómo podría olvidarlo?" Sentí sus mejillas alzarse en una sonrisa

"Bueno...tan sólo ayer pareces haber olvidado muchas cosas de la noche anterior" Lancé mordaz, quizás un poquito ardida con ella por haber olvidado tan maravillosa noche, aunque se lo podía perdonar por su estado de ebriedad

"Estooo..." La piel de su rostro ardió contra mi pecho repentinamente, como una llamarada "En realidad...no me olvidé de...eso" Escondió su perfil con la palma de su mano

"Entonces...recuerdas todo lo que pasó después de la cena...?" Pregunté sin poder contener una risa. Ella suspiró profundamente y se alzó con ayuda de su antebrazo para verme a la cara; sus mejillas peligrosamente ruborizadas pero sonreía ampliamente

"Cómo podría olvidarlo?" Repitió la misma pregunta sin dejar de sonreír y subió por mi cuerpo para estampar sus labios generosamente contra los míos "Ahora...sé buena y tráeme el desayuno" Ordenó "Es lo menos que puedes hacer por reírte de mí"

"Como ordene mi princesa..." Accedí a su demanda sin rechistar, como hubiera hecho con cualquier cosa que me pidiera y tomamos el desayuno rápidamente para partir

Una vez en los establos, preparamos las monturas y las viandas para el día. Me encontraba amarrando la cesta con todo tipo de provisiones a un lado de mi silla, cuando la vi acercarse a una de las ventanas del establo para observar pensativa hacia la zona de las granjas

"Todo listo..." Dije a sus espaldas generándole un sobresalto porque no me había escuchado acercarme. Se giró hacia mí y no me gustó el gesto ensombrecido que cubría su cara "Estás lista para irnos?" Pregunté con una sonrisa. No quise ni saber lo que estaba pasando por su mente en ese momento, aunque ya lo sospechaba

"Sí...vámonos" Accedió de forma natural, pero la conocía demasiado bien a esas alturas. Justo antes de subirse a su caballo me reveló lo que pensaba, confirmando mis sospechas "Sabes..." Empezó vacilante pero se las apañó para mantener la voz casual a pesar de que podía percibir su corazón latir acelerado "Llevo mucho tiempo sin saber nada de Sylvie..." Si no hubiera sido porque ya sabía cuál era el problema, quizás me hubiera tomado por sorpresa y no hubiera sido capaz de mantener el rostro tan compuesto