Capítulo XX

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Alex

Aquella rosa significaba mi sentencia a muerte. Resultaba ser que la joven era lo que yo había estado esperando y temiendo que ocurriera durante tantos años...llegará el día en que la luz ilumine todo lo que ves...ella vendrá a ti de la forma más inesperada y para cuando te des cuenta, no serás capaz de detenerla...estás condenada a dejarla entrar y será el final de la oscuridad tal y como la conocemos...Recité mentalmente las palabras. Sólo entonces la profecía de la criatura sin ojos de la cueva cobró sentido. Cómo es que no me había dado cuenta antes? Cómo había sido tan ciega para no ver que la chica traía consigo la luz que yo tanto quería evitar? Porque me había encandilado, como una llama que atrae y atonta a las polillas hasta chamuscar sus alas. Me había embaucado, cegado, y no fui capaz de ver más allá de ella. Desde su llegada, me había obsesionado tanto con la joven que se había convertido en mi único pensamiento; incluso, sin darme cuenta, las palabras de la bruja y los recuerdos de aquella visita a la cueva que cada día me acosaban de pronto se habían desvanecido, todo porque ella había ocupado hasta los lugares más recónditos de mi mente, hasta hacerme olvidar mis miedos. Lo peor de todo, era que ella misma me había revelado la verdad, completamente ignorante del significado que sus palabras tenían para mí...

"Lo sé! Nicky me lo advirtió...me dijo que sería imposible porque nada crece en estas tierras porque no hay luz..." Porque no hay luz...ella es la luz...caí en cuenta y sentí que me desmayaría, como si fuera posible "Lady Vause?" Su dulce voz me trajo de vuelta al presente. La miré casi sobrecogida intentando comprender cómo es que alguien tan inocente y angelical podía ser la razón de mi final. Qué clase de poder albergaba en ella que fuera tan fuerte como para acabar con la oscuridad? "Se encuentra usted bien?"

"Sí...solo..." Si tú supieras... "Acabo de recordar que me tengo que ir" Desaparecí sin avisar pero tenía que alejarme de allí, de ella y de la maldita rosa que anunciaba mi final, para regresar al lugar que pensé jamás volvería a pisar...

Esa vez, encontré el lugar sin ningún tipo de guía ni antorchas. La primera y única vez que había estado allí había ocurrido hace siglos, sin embargo tuve la certeza de encontrar a quien estaba buscando en el mismo lugar...Definitivamente nos encontraremos nuevamente, mi señora...me había dicho y ya no podía poner en duda sus premoniciones. Registré la amplia oquedad en las entrañas de la montaña y el característico olor rancio que, lejos de desvanecerse, se había intensificado con el paso de los años. Tuve que detener mi respiración para dejar de aspirar el desagradable olor. Su voz no me tomó por sorpresa esa vez...

"Me sorprende que le haya tomado tanto trabajo darse cuenta de lo que ocurría..." Comenzó irónica "Un ser tan sabio como usted..."

"Habría sido más fácil si me hubieras dado alguna pista" Le respondí con inquina

"Hice más que darle una pista! Se lo dije!" Exclamó, defendiendo su reputación

"No lo hiciste! Me dijiste que la luz vendría de la manera más inesperada!" Escupí indignada "Al menos me hubiera gustado saber que sería en forma de mujer...de esa específica mujer!" Por qué!? Por qué ella?...seguí lamentando, sintiéndome perdida

"Recuerdo muy bien lo que le dije..." Hizo un gesto de recordar, uniendo sus manitas en su regazo para hablar "Dije que ella vendría de la forma más inesperada...mencioné específicamente que se trataba de una mujer, no es mi culpa que no prestara atención" Maldita tramposa...

"Entonces lo sabías?" Debí haber estudiado con mayor cuidado sus palabras, conociendo lo estafadora que podía ser la criatura...

"La princesa de las Tierras Altas y El Guardián de la Oscuridad...quién lo diría!" Soltó una carcajada, como si mi desgracia fuera razón para celebrar

Luz en el lugar más Oscuro (Vauseman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora