Capítulo XXIX

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Piper

Pensé que estaba aún atrapada en algún maravilloso sueño cuando distinguí sus labios fríos recorriendo el arco de mi cuello hasta la entrada de mi oído para suspirar...

"Nos despertamos temprano hoy, eh?" Preguntó 

"Cómo?" Estaba a medio camino de despertar pero cuando abrí los ojos supe que ese rostro a centímetros del mío no podía ser producto de un sueño. Qué manera tan gratificante de despertar por las mañanas, con ella sobre mí presionando su cuerpo contra el mío...

"Buenos días" Me saludó con humor y entonces recordé la noche anterior

"Me quedé dormida..." Me quejé arrugando el rostro con arrepentimiento. Era mi intención esperar a que volviera a la cama; quería compartir un rato más con ella después de haber pasado todo el día esperando su regreso, pero aparentemente en algún momento el estúpido sueño me venció

"Sí...ya me di cuenta" Se rió animada y atrapó mis labios intensamente con su boca; la fuerza de la acción me quitó el aliento. No podía quejarme, solo pensé que era una forma bastante fuerte de empezar el día, con mi corazón ya apunto de salirse por mi boca; aquello no podía ser saludable a tales horas tan tempranas. Ya cerca de desmayarme por falta de aire le dio descanso a mi boca "Has soñado bonito?" Me sonrió intencionadamente 

"Emmm...sí..." Respondí con recelo. Me había pasado la noche entera soñando con ella y con...ciertas situaciones comprometedoras. Su pregunta tan específica me hizo avivar las sospechas de que de alguna forma ella era capaz de saber lo que soñaba o pensaba en todo momento, y a pesar de que ya habían ciertas barreras superadas entre nosotras, la sola idea de que pudiera saber lo que pasaba por mi mente resultaba increíblemente embarazoso...

"Me alegra que así haya sido" Sonreía arrogante. La miré fijamente a los ojos mientras intentaba decidir si confrontarla al respecto "Te pasa algo?" Se le borró la sonrisa y se puso seria para preguntarme, seguro notando la intensidad de mi mirada

"No lo sé...dímelo tú" Repliqué cauta. Ella arrugó la frente con gesto de confusión y yo la miré con más ahínco...

"Qué?" Insistió...Me estás leyendo la mente ahora mismo, no es así?...Pregunté para mis adentros buscando confirmar mis sospechas "Estás bien?" Parecía verdaderamente perpleja 

"Entonces...no puedes?" Cuestioné en voz alta esa vez

"No puedo...qué?" Leerme la mente!...grité mentalmente estrechando los ojos como si así pudiera oírme "Me estás dando un poco de miedo ahora mismo...te has dado un golpe en la cabeza o algo?" Comenzó a examinar mi cabeza con sus dedos, buscando la fuente de mis delirios...

"No...no me he golpeado la cabeza" Le aseguré pero a pesar de ello cogió mi rostro con su mano y me hizo girar la cabeza de un lado al otro, aún buscando no se qué "Que no pasa nada con mi cabeza!" Insistí riéndome y sintiéndome de pronto algo tonta por toda la situación. Dejó mi cabeza quieta y me observó seria 

"Entonces qué te pasa?" Me apremió a hacerle saber

"No me pasa nada, de verdad...es...una tontería..." Pero no fue suficiente para borrar la preocupación de su rostro, así que consideré contarle la verdad tras soltar un profundo suspiro "Es que...tenía la impresión de que..." Estaba a punto de quedar como una gran idiota y lo sabía "De que podías...leer mi mente" Tan pronto dije la última palabra ya estaba lamentando haberlo dicho en voz alta. Entonces me di cuenta de lo absurdo que sonaba aquello, pero ya era tarde para echarme hacia atrás. Ante su mirada atónita, bajé la vista para mirar al espacio entre nuestros pechos y de pronto toda la cama comenzó a vibrar ligeramente. La miré de nuevo a la cara para encontrarla mordiéndose los labios luchando por no reírse "Debí haber sabido que te reirías de mí" Me quejé agraviada    

Luz en el lugar más Oscuro (Vauseman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora