Luz en el lugar más Oscuro (Vauseman)

Capítulo XXXVII

 Piper

"Segura que estarás bien?" Me había hecho la misma pregunta al menos cien veces. Por supuesto que pasar el día con ella hubiera sido lo ideal, pero hasta cierto punto comenzaba a sentirme culpable de acaparar todo su tiempo, sobre todo cuando Nicky estaba encargándose sola de tantas cosas

"Estaré bien" Me forcé a no sonar muy decepcionada "En cualquier caso, siempre puedo llamarte si te necesito urgentemente" Eso apaciguó sus preocupaciones. Me enternecía inmensamente que pareciera tan reacia a dejar mi lado...

"De acuerdo..." Al final cedió con poco entusiasmo "Intentaré estar de vuelta lo antes posible, lo prometo"

"No te preocupes...haz tus cosas que yo también debo ponerme al día con algunos quehaceres" Yo también había descuidando mis tareas como ama de llaves; quizás era momento de retomar la rutina

"Me tengo que ir..." Me informó apesadumbrada y me besó profundamente...un beso que me duraría todo el día

"Es tarde ya!" Nicky perdió la paciencia, haciéndonos romper el vínculo entre nuestros labios...

"De acuerdo, de acuerdo!" Alex exclamó defensiva ante el regaño de Nicky "Ahora si que me tengo que ir" Sonrió contrita "Mientras antes me vaya antes estaré de vuelta" Resaltó la parte positiva de todo

"Entonces vete ya!" La animé empujándola ligeramente haciéndole reír. Me dio un último besito apurado antes de montar su caballo con gran agilidad. Desde arriba me observó con una mirada que haría mi corazón derretirse

"Te echaré de menos" Me dijo

"Oh por todos los cielos!" Nicky masculló malhumorada y puso su caballo a trotar. Alex la siguió, no sin antes lanzarme un guiño

"Yo también te echaré de menos" Alcancé a decirle antes de que abandonara los establos.

Me quedé observando cómo se alejaban a ritmo lento por los ocho vagones que llevaban cargados de carbón, arrastrados cada uno de ellos por cuatro magníficos caballos de gran tamaño que tiraban con gran facilidad de los generosos montículos, pero a una velocidad moderada por los jinetes que manejaban los carros. Cuánto tiempo les llevaría estar de vuelta? No podía saberlo. Sólo cuando la caravana liderada por ella desapareció tras la línea de árboles muertos por el camino principal, me resigné a ir a la cocina y organizar las tareas del hogar. Llevaba tantos días sin cumplir mis deberes que se me ocurrió aprovechar su ausencia para retomar algunas responsabilidades; si me mantenía ocupada seguro las horas se me pasarían más deprisa

"Ya se han marchado?" Me preguntó Red cuando me vio

"Sí..." Dije sin ganas "Así que yo también haré buen uso del día y organizaré a las chicas para realizar algunas tareas de limpieza..." Le informe "Por cierto...dónde están?" Me pareció extraño no verlas en el comedor principal cuando era la hora del desayuno

"Han regresado al comedor común" Me dijo como si nada

"Pero por qué?" Por qué alguien querría volver al comedor común teniendo el privilegio de comer en el comedor principal de la cocina?

"Habrán encontrado el ambiente en mi cocina algo hostil..." Comentó encogiéndose de hombros

"Red...qué les has hecho?" Repliqué con ligero reproche. A ella nunca le había gustado la idea de tenerlas en su cocina...quien sabe lo que les habrá dicho para que decidieran volver al comedor común por cuenta propia...

"Yo no hice nada!" Se defendió "Quizás se sintieron incómodas sin tu compañía" Era fácil de imaginar a Red aprovechando mi ausencia para intimidar a las chicas