Capítulo VIII

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—Buenos días, Su Señoría— el sonriente ayuda de cámara de esculpidos pómulos sonrió.

—Más que buenos, Leeteuk— el nombrado, con sus cabellos plateados alborotados por las sábanas, sonrió también.

—Parece que Su Señoría hoy amaneció de buen humor— hizo un ademán a la doncella para que dejase la bandeja de desayuno sobre una mesa.

—Buen día para ti también, la doncella silenciosa— el barón saludó a la sonrosada chica al hacerle una reverencia.

Ella se retiró con una sonrisa; nunca la había notado.

—¿Su Señoría quiere que le lleve el desayuno?— Leeteuk preguntó mientras ayudaba a su señor a levantarse.

Taehyung se desperezó —No, de hecho, me gustaría invitar a Lord Kim.

El pelirrojo sonrió ante aquel enamoramiento del barón; le entregó un sobre que habían puesto en la bandeja.

—Lord Kim le desea, también, buenos días— la emoción era evidente cuando Taehyung la tomó en sus manos.

Ese dulce perfume de la carta lo intoxicaba, lo embriagaba.

Ese dulce perfume de la carta, lo enamoraba aún más.

—Es otro poema— suspiró en las nubes, su sonrisa casi que partía su rostro.

Taehyung nunca se cansaría de leer los poemas que Jin le enviaba, ni enviarle poemas él mismo.

—Lord Kim parece realmente enamorado de Su Señoría— el ayuda de cámara aseguró, por las cartas que se envíaban.

—Yo también de él ¿quién no lo estaría, con lo hermoso y lo dulce que es?— suspiraba el enamorado barón.

Taehyung corrió a su armario para tomar todas las partes del atuendo apropiado para desayunar con SeokJin.

—¿Qué hace, Su Señoría?— el confundido mayor preguntó.

—¡Pues, preparándome para desayunar con Lord Kim! ¿Tu que piensas?— contestó, algo incómodo por la posición, al intentar permanecer de pie y ponerse los pantalones.

—Lord Kim va a desayunar en el jardín con Sir Jeon, su invitado...

Fue interrumpido cuando el barón se detuvo en seco.

—¿Qué has dicho?— con sus oscuros ojos fijos en Leeteuk, preguntó el menor.

Leeteuk sentía algo de miedo, no lo iba a negar.

—Bu-Bueno... es que... es que anunció su llegada de pronto, a-así que Lord Kim...— lo que menos deseaba era provocar a su señor con sus palabras, —Está preparando el servicio personalmente.

Taehyung continuaba en esa misma posición, ininmutable.

Le costaba procesar aquello y se negaba a pensar en lo peor, pero siempre había tenido los celos a flor de piel.

Especialmente, cuando de ese bastardo Jungkook se trataba.

—¿Con que si?

—¿Con que si?

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El Affair | TaeJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora