Capítulo XIII

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En uno de aquellos suntuosos salones del Palacio Kim, tanto un anfitrión como su invitado sorpresa tomaban el té.

—Realmente, pensaba pedirle permiso al Marqués Kim para no caer tan repentinamente— se disculpó, con serenidad, el pelirrojo cuando una doncella servía una taza —Pero, las cosas se desarrollaron así.

Hoseok necesitaba salir de su llamado hogar puesto que era imposible respirar con tantos comentarios de su madre con respecto a la "inmoralidad" del inocente Lord Kim.

¿Cómo podía la sociedad ser tan cruel de tachar a alguien que lucía tan inofensivo como "inmoral" por haber bailado con otro hombre?

Era desalmado e injusto, dado que no escuchaba ese mismo discurso homofóbico respecto del Conde Park.

Ese demonio sabía ocultar sus romances de la sociedad, para no caer en desgracia, víctima de la marginación ¡claro!

—Nunca es problema que nos visite así, usted siempre será bienvenido— le aseguró, con su taza en mano, el castaño.

—Eres muy dulce— comentó Hoseok con una sonrisa, tras beber un sorbo de té —Y no puedo comprender por qué estás tan alicaído, lindo.

SeokJin suspiró, regresando a la mesa su taza de porcelana, dado que sabía que el conde lo había visto todo.

—Pueden retirarse, gracias— pidió a las dos doncellas que se encontraban atendiéndolos en respetuoso silencio.

Las nombradas le dedicaron a ambos una reverencia, antes de marcharse del salón.

—Creo que usted sabe bien la razón ¿me equivoco?— con la sonrisa desanimada, aseguró.

Había estado presente aquel intento de plática entre ellos, para nada era ciego.

Sabía cuando dos personas se amaban, pero no comprendía el impedimento entre ellos... además del factor social.

—El Barón Kim es, en verdad, un muchacho muy apuesto— comentó el conde, bebiendo un sorbo de la infusión.

De pronto, un sentimiento de celos así como posesividad se apoderó del mayor.

—¡Oh, no!— el de esculpidos pómulos se apresuró ante la mirada no tan discreta —No malentiendas... solamente lo estaba alabando sin... no era m-mi intención.

El Conde Jung guardó silencio al no saber más cómo podía disculparse ante Lord Kim.

—No se preocupe— aseguró el castaño, igual de nervioso que el conde —De s-seguro... usted no lo dijo con segundas intenciones, conde.

La incomodidad descendió en el salón por un momento. Los dos eran demasiado tímidos... cuando de amor se trataba, si.

—En fin, no es eso por lo que decidí hablar contigo— luego de un segundo, habló Hoseok.

SeokJin asintió dubitativo tras oír aquello, bebiendo un gran sorbo de té para calmarse.

—No e-estoy seguro de querer oír lo que usted vaya a decir.

No estaba muy convencido de hablar sobre sus intimidades amorosas con un extraño, por más amigable que fuera.

Sin embargo, algo había en el conde menor que le decía que todo estaría bien.

—¿Conoces al Marqués Min o aún desconoces a los nombres de la nobleza?— preguntó, sin ánimo de ofensa.

Sabía que Jin estaba aún algo limitado en su conocimiento de la sociedad a causa de una crianza en la campiña.

El Affair | TaeJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora