Capítulo XXIX

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¡Como se ve que lo querían, puerks! Su lemon 🍋🍋🍋

⚠️Advertencia: Es malo.

SeokJin, de inmediato, sintió como su confianza inicial se esfumaba al Taehyung estar tan cerca suyo, casi como si respirasen al unísono.

Pero se recordó a si mismo de las palabras de su primo. Y él quería hacer eso, sin dudas.

—SeokJin ¿qué sucede contigo esta noche, mi amor?— con el ceño fruncido, aunque eso no le disgustase, preguntó.

Sus fuertes manos estaban en su delgada cintura, firmes sin importar esa resbaladiza seda del kimono del contrario.

—Estás... extraño— sentenció, más confundido al sentir esos abultados belfos de terciopelo sobre su cuello.

Sobre su pulso, deslizándose y haciendo que perdiese, poco a poco, su sentido del deber.

Se había prometido mantener a su bomboncito impoluto tal como sus sábanas hasta luego de su boda, en la noche...

Sin embargo, la habitación se tornaba más y más candente, conforme esa preciosura que por prometido tenía, besaba su cuello descaradamente.

—¿Que pasa, TaeTae?— Jin le preguntó, con un puchero en sus deseables labios escarlata cuando levantó esos ojitos de cachorrito —¿No te gusto?

Taehyung, entonces, perdió el autocontrol que le quedaba, y su lado dominante afloró.

Jin se sorprendió al sentir esa posesiva forma en que su Tae lo apretaba contra ese pecho bien formado suyo.

Una mano traviesa, apoyada en su respingón traserito.

—Claro que me gustas— el de cabellos plateados gruñó en el oído del sorprendido castaño —Me enloqueces, no solo me gustas ¡me haces delirar!

Taehyung se acercó a aquellos labios de ambrosía para besar para mordisquear... para que Jin supiera que solamente era suyo. Y de nadie más.

Jin, entonces, volteó su cara al sentir a Taehyung acercarse a sus dulces labios de cereza.

Taehyung no entendía qué es lo que le sucedía al castaño ni cómo podía rechazarlo. Pero, le gustaba ese juego. Si, señor.

Jin se recostó sobre su cama polonesa, subiendo una larga pierna para apoyarse sobre el cubrecama. Seductor.

—TaeTae— le dedicó un lindo pucherito mientras su bata se soltaba para revelar la nívea piel de su pierna así como un hombro —¿Por qué no vienes a acompañarme? Estoy solito.

Si Kim Taehyung no se había incendiado de pasión antes, el tener a su precioso prometido luciendo de esa manera con el brillo seductor en sus ojos y la fresa en sus labios, había sido suficiente para explotar.

El de cabellos plateados, lento pero seguro, camino hasta esa cama con dosel, y aprisionó al seductor castaño.

—¿Me quieres provocar?— le preguntó contra la suave piel de su cuello, intoxicado por la fragancia —Solo deseas que te acaricie ¿verdad?

Taehyung recorría las curvas de Jin con sus fuertes manos, llegando hasta el cinturón de esa bata similar a un kimono.

Crees que eres tan seductor, pero sé que eres un corderito asustado— susurró Taehyung contra los labios de su amado, haciendo que este temblase.

Jin no pudo contenerse, soltó un pequeño gemido agudo al sentir que Taehyung deshacía el nudo de su bata, para abrir la vestimenta de seda.

—Solo un corderito asustado, que quiere que el gran lobo lo coma ¿no, mi bebecito?— con una media sonrisa, que hacía a Jin sonrojarse, preguntó.

El Affair | TaeJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora