Capítulo XXIV

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Maratón Nuevo Año 🥂: 2/3

Heechul estaba intranquilo al recostarse en su cama aquella noche, sintiendo como su fina ropa de dormir de seda color azafrán lo sofocaba.

Las ominosas palabras de ese albino Marqués Min sobre la persona que haría lo que sea para impedir esa boda había calado hondo en él.

Tanto fue así, que Heechul le había propuesto encontrarse en privado la próxima noche y Yoongi había aceptado.

Claro que el de cabello oscuro no tenía conocimiento acerca de esa apuesta funesta.

—No puede ser cierto ¿o si?— se preguntaba a sí mismo, de manera constante.

Heechul suspiró antes de tirar sus sábanas, caminando hacia su tocador para refrescarse.

Ni siquiera esos masajes de su fiel Kyuhyun, un par de horas antes, habían logrado aplacar sus nervios encrispados.

—Si el conde fuese así... dudo que los demás lo mantengan en tan alta estima ¿no?— con el mismo suave tono, se siguió preguntando a si mismo.

Mientras frotaba un aceite de lavanda en sus muñecas para encausar sus pulsaciones.

—Aunque, las cosas no son lo que parecen muchas veces— razonó, mordiendo su labio.

—Primo ¿puedo pasar?— del otro lado de la ornamentadas puertas de sus aposentos, oyó a su primo débilmente.

—¡Si, adelante!— al instante, trató de lucir más compuesto para recibir a SeokJin.

—Perdón por la hora— con la mirada baja, Jin aun así sabía que era casi la una.

—¡Tonterías, cariño! Siéntate conmigo, ven— el mayor fue hacia el contrario.

Su salto de cama de seda con estampados "orientales" y de holgadas mangas, arrastrado tras sus pasos.

—Gracias, primo— sonrió un sonrosado Jin, acompañando al nombrado a tomar asiento en un chaise longue.

—¿A qué debo esta visita?— intentaba no demostrar cuan nervioso estaba ante Jin.

Pero el castaño, siempre tan desapegado del mundo, para nada captó esa actitud de su primo. Para su fortuna.

—Bueno, eh...

Se sentía tan avergonzado de hacer aquella pregunta, tanto, que pensaba en marcharse.

—¿Es algo sobre Taehyung?— el marqués sabía como leer a su primo perfectamente.

—Bueno, si— Jin admitió su derrota con un suspiro.

Heechul sonrió tiernamente y apretó una de las mejillas que había inflado en un puchero.

—¿De qué se trata?— inquirió el de cabello oscuro, riendo al sentir como lo apartaba.

—Es... algo... complicado...— el castaño, nervioso, jugueteaba con su salto de cama rosado.

Heechul lo observó de forma detenida, no pudo evitar que las palabras de Min Yoongi le volvieran a la mente.

Se negaba a incluso pensarlo, pero ¿acaso algo malo había sucedido entre ambos?

—Primo, me estás asustando, dime que nada sucedió— esa sonrisa con ojos de medialuna del Conde Park se le apareció, como un fantasma.

—¡No, para nada!— Jin negó, apresurado para reconfortar a su querido primo.

—Gracias a Buda— él suspiró aliviado, con una sonrisa.

Pero, entonces, el silenció de nuevo cayó en los suntuosos aposentos del marqués.

El Affair | TaeJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora