Capítulo 10

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La semana ha sido corta, hemos tenido tanto trabajo, qué los días se han ido volando

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La semana ha sido corta, hemos tenido tanto trabajo, qué los días se han ido volando.

No he vuelto a ver a mi jefe y ha sido raro porque no lo he sentido, no he sentido esa vigilancia en las cámaras.

Lo he echado de menos y es extraño.

Es guapo hasta decir basta, y a nadie le amarga ver a un hombre así todos los días.

Mentiría si dijese que no me siento atraída por esa personalidad que tiene. Y por esos ojos, son hermosos, aunque también he de confesar que le tengo algo de miedo.

No le conté nada de lo que me pasó en la habitación a mi hermana, y por supuesto, tampoco se lo conté a Alma.

Todas las noches he soñado con él, he vivido ese momento en mis sueños, pero han sido totalmente diferentes, no estaba asustada, yo diría que todo lo contrario, estaba muy excitada.

"He tenido sueños eróticos con él. ¡Joder, es mi jefe!, lo sé, pero los sueños, sueños son, y han sido realmente increíbles", se dice mentalmente al no poder borrar esas imágenes de su cabeza.

He sentido sus caricias, parecían tan reales... es de locos, pero nos hemos deseado con una desesperación que me daba hasta miedo.

No podría contarle a nadie lo que hemos hecho, me moriría de vergüenza.

Hoy por fin ha llegado el día, salgo con mis compañeros, no los conozco a todos, pero sé que Clara irá y nos presentará.

Tampoco se nada de Mack, no le he preguntado a Alma por él, no he vuelto a ir por el local y tampoco se me ocurriría hacerlo.

De solo pensar que puede estar con otras, hace que mi corazón se rompa en miles de pedazos.

—¿Ya sabes lo que te vas a poner hermanita? —pregunta ésta, haciendo un barrido con su mirada hacia todas las piezas de ropa que tengo sobre mi cama.

—Si, quiero estar guapa, me pondré el vestido negro con los stilettos de charol rojos —contesto resignada al ver todo el desastre que he creado.

—¿Te vas a poner el vestido negro? —pregunta sorprendida.

—Si, ¿por qué? ¿No te gusta? —demando algo nerviosa al ver su cara.

—Es muy sexy pandita, me gusta, y te queda de infarto, pero llévate un buen abrigo, llevas la espalda descubierta y hace mucho frío, tus pezones no lo soportarían.

—Que graciosa eres, conozco el frío que hace, tranquila que también llevo medias y bragas.

—¿Vas a llevar tacones?... ¿Soportarás toda la noche con ellos puestos?

—Sabes que no, pero como dices tú, para estar guapa hay que sufrir.

—¡Que sexy bruji!, esta noche vas a triunfar —confiesa Alma cuando entra en la habitación.

Entre Luces y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora