Vuelvo a entrar en este condenado mundo, dónde todo está lleno de oscuridad, maldad y muerte.
Da igual donde mire, cualquier cosa, un árbol, una roca, es siniestro y escabroso.
Todo lo que me rodea está marchito y apagado.
Me siento cansada y dolorida, sigo teniendo el cuerpo magullado, todo ha sido por los golpes de mi último enfrentamiento con el rey Oberón.
Intentó por todos sus medios traerme de vuelta, y por unos instantes lo consiguió.
Pero no sirvió de nada.
Él también lo supo, desde el primer momento nadie podía ayudarme.
Así que aquí estoy, vengo a entregarme a ella, a entregarle mi vida y mi alma.
Pero antes de hacerlo y de que no me quede mucho tiempo, quiero buscar el alma del guerrero Cuchulain.
Suelo hacer muchas promesas, no todas las he cumplido, pero la que más me duele en estos momentos es la que he hecho a Kellan, y no he cumplido.
Es una lástima que no haya podido cumplirla, duele con tan solo pensarlo, y él lo sabrá cuando ya no esté, cuando yo no pueda darle una simple explicación.
Lo peor de todo es que no sé como se lo tomará. ¿Pero qué importa ya?, no volveré a verlo, no volveré a ver a esos hermosos ojos grises.
Va a enfadarse mucho cuando se entere, pero confío en que Clara no olvide mis palabras y le diga todo lo que siento por él.
Espero que pueda perdonarme algún día, y que pueda reunirse conmigo en esa eternidad, en la que ellos creen, porque realmente yo no estoy segura de que pueda reunirme con nadie de los míos si muero.
Morgana sigue siendo la recolectora de las almas, y por supuesto, se encargará de la mía.
Pero prometí a Clara solo una cosa, y ésta vez no la pienso romper.
Voy a buscar a su guerrero, voy a liberar esa alma, a intentarlo aunque sea lo último que haga, y aunque ella no lo sepa nunca.
Me dirijo a la casa de la arpía de Morgana, voy por el mismo sendero dónde vi por última vez donde estaban las almas.
Ahora que mi ojos se han aclimatado a esta oscuridad, puedo percibir con más claridad, observo bien todo lo que me rodea.
Las busco con más ansias que nunca, solo les queda esta última oportunidad.
Tienen que venir a mi, tengo que darles la libertad.
Mi mirada va hacia esas aguas negras, hacia donde vive la morgen que me ayudó con el alma de Kellan.
No noto ningún movimiento en ellas, así que sigo mi paso, no quiero perder mucho tiempo ya que aquí va más rápido que en el mundo del reino de Oberón.
Empiezo a verlas, observo donde están reunidas y me acerco a ellas.
Siguen igual de apagadas, no tienen nada de luz, pero percibo perfectamente que me han visto.
Ellas se van acercando lentamente hacia donde estoy.
Me quedo quieta y las voy tocando de una en una, con cada toque mío, ellas van recobrando otra vez su bonita luz.
Es un momento, solo un instante, pero con ese simple toque, noto como me voy fortaleciendo, haciéndome cada vez más fuerte.
Todas han venido hacia a mi, saben a lo que vengo, quieren su libertad, quieren ser rescatadas.
Mis oídos ahora se han vuelto algo frágiles, puedo escuchar claramente a sus lamentos.
Siento como mi cuerpo reacciona a ese tormento, a cómo sin ser consciente, me invade lentamente la angustia.
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Entre Luces y Tinieblas
FantasyLa vida de las hermanas Ryan toman un giro drástico luego de que su único familiar vivo fallece, tomando así la decisión de comenzar de cero acompañadas de su última esperanza. Emprenden un viaje hacia Londres para vivir con Alma, la cual es amiga d...