El camino a casa se hace en silencio, ninguno de los dos decimos nada.
Por supuesto, él sabe dónde vivo y no tengo que darle indicaciones.
—¿Qué pasa?, no has dicho una sola palabra en todo el camino.
—No, creo... no sé si esto es lo que debemos hacer. No sé que parte de mi quiere y que parte no. Me gustas mucho, pero sigues siendo mi jefe, y antes de que digas nada, quería dejarlo claro. No estoy preparada, no quiero más complicaciones en mi vida ahora mismo —le contesto algo nerviosa.
—¿Otra vez con lo mismo?, no tienes que recordarme quién soy, sé perfectamente que soy tu jefe, te lo he recordado por mensaje. Ya te lo dije el sábado, fuera de la empresa no soy el jefe de nadie.
No sé qué contestarle, solo quiero llegar a casa y dormir.
Tengo que darme un respiro, me estoy volviendo loca, primero Mack que no me lo quito de la cabeza, y ahora mi jefe.
—¿Qué es él para ti?, ¿por qué te fuiste de esa manera? —me pregunta, cuando me agarra de las manos y yo siento como su calor entra en mi.
—No sé a que te refieres, ¿a qué viene esa pregunta?
—Sabes perfectamente a quién me refiero, ellos no suelen ir por nuestros locales, no pueden romper sus reglas, pero él lo hizo. Lo hizo sabiendo el pacto que tenemos. Sé qué es por ti, te olí a él en el ascensor el primer día que empezaste, y llevaba tu olor el sábado. No me mientas, podemos ser sinceros.
"Diablos Mack, solo pensar en él me dan escalofríos, ¿cómo puede olerme?", mi mente hace miles de preguntas.
"¿Pactos, reglas?, sabe de ellos, pero... ¿Cómo lo sabe?", no puedo dejar de hacerme preguntas.
No puedo decirle nada, prometí a Alma y a Mack que no lo haría.
No quiero ponerlos en peligro, así que me bajo de su coche, no quiero que siga haciéndome este maldito interrogatorio.
—Tengo que irme, gracias por traerme a casa.
—Sorcha, no sabes dónde te estás metiendo.
—Creo que eso no es asunto tuyo —le contesto algo enfadada cuando ya me dirijo hacia mi portal.
—Solo me preocupo por ti, quiero que no te pase nada, sabes que puedes contar conmigo.
—Gracias, pero no necesito nada, estoy agotada. ¿Por qué últimamente todo el mundo se empeña en ser mi protector?
—Solo piénsalo, te veré mañana en el trabajo, tienes visita, llámame si me necesitas. Y no olvides que pueden ser muy peligrosos.
Entro en casa y todo está muy oscuro, las persianas están bajas y eso solo quiere decir que Alma tiene que estar.
—¿Alma, estás en casa?
No contesta, pero sé que hay alguien, y sé de quién se trata cuando el estómago me da un vuelco.
ESTÁS LEYENDO
Entre Luces y Tinieblas
FantasyLa vida de las hermanas Ryan toman un giro drástico luego de que su único familiar vivo fallece, tomando así la decisión de comenzar de cero acompañadas de su última esperanza. Emprenden un viaje hacia Londres para vivir con Alma, la cual es amiga d...