Llevo tres semanas trabajando, creí que sería más fácil si lo hacía, pero no ha sido así.
Me equivoqué, extraño mucho a Kellan.
Su ropa sigue aquí, todas sus cosas están en ésta habitación, pero no lo tengo a él.
Me he acostumbrado a tenerlo cerca cuando esas pesadillas me invaden, extraño sus brazos a mi alrededor, y a su voz calmándome.
Estas malditas no han cesado, han sido todo lo contrario, y ya no sé que hacer, es un sin vivir y no quiero revivir esta agonía el resto de mis días.
—¿Otra mala noche?, no tienes buen aspecto —confiesa Clara, cuando me ve aparecer en recepción.
—Si, ya no sé que hacer, todas las noches sueño lo mismo. Todas las noches es la misma pesadilla, necesito descansar. No puedo dormir, no descanso bien después lo que le pasó a Kellan. No lo entiendo, ¿qué puedo hacer para dejar de tener estas malditas pesadillas? Noto que ahora son más reales que nunca, una y otra vez lo mismo. Ella tiene algún tipo de hechizo en su rostro, no deja que vea de quién se trata. No quiere que yo sepa quién es él.
—No lo entiendo, creí que aquí se te pasarían, pero por lo que me estás contando, veo que no ha sido así —responde ella pensativa.
—¿Qué podemos hacer?, no sé si podré soportarlo una noche más —le contesto angustiada.
—Solo se me ocurre una cosa... no, no puedo hacerlo —susurra Clara.
—¿Qué?, dímelo, dime lo que sea ahora mismo, lo necesito, estoy al borde de la locura.
—Kellan me matará si se entera de esto, hay una persona que puede ayudarte, ¡dioses!... Estoy segura de que me matará cuando se entere —confirma con sus ojos como platos.
—No tiene que enterarse, podemos hacerlo sin que nadie lo sepa, tienes que ayudarme. Si sabes de alguien que pueda... ¡Te lo pido por favor!, haz que paren, solo necesito eso.
—Annis, ella es la única que podría ayudarte, estoy segura de que Morgana desde su mundo hace que tengas esas pesadillas, ella es la culpable de tu cansancio —me advierte con la cara desencajada.
—¡Vale, entonces convócala y que venga!, la veremos aquí, no tendremos que salir del hotel.
—No es tan fácil, ella no puede salir de sus tierras, tendríamos que ir a Escocia, o a Irlanda, pero eso no es ningún impedimento, puedo enterarme dónde está.
—¿En serio?, ¿a Escocia o a Irlanda?, no podemos salir del hotel, se lo prometí a Kellan, tú también lo hiciste.
—Lo sé, lo sé, pero sería la única manera, ella es... una vampiresa, conoce la magia y todos los hechizos, es una gran hechicera, la mejor. No hay nadie como ella, te puede ayudar, puede ver lo que nadie ve, tiene un don muy especial —asegura mirándome a los ojos.
—¿Una vampiresa?, ¿te refieres a como mi amiga Alma?
—No, no tiene nada que ver con Alma, ella es una diosa vampiresa. La maldijeron, y por eso no puede abandonar las tierras de Escocia o Irlanda, no puede salir de esas tierras, está maldita.
—¡Por supuesto, Clara!, ¿maldita?, cuéntame algo bueno, porque creo qué aún no lo has hecho —le digo llena de incertidumbre.
—Ella no nos hará nada, no suele hacerle daño a las mujeres, ¿eso es bueno, verdad?
—Si, es muy bueno, tú eres la que conoces a todas esas criaturas. Tenemos que llevarnos a algunos druidas con nosotras, no quiero que vayamos solas, entre más seamos, mejor será. Ya me entiendes, la unidad hace a la fuerza.
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Entre Luces y Tinieblas
FantasyLa vida de las hermanas Ryan toman un giro drástico luego de que su único familiar vivo fallece, tomando así la decisión de comenzar de cero acompañadas de su última esperanza. Emprenden un viaje hacia Londres para vivir con Alma, la cual es amiga d...