No tardamos en llegar, la casa está cerca del local, solo un par de calles y llegamos a nuestro hogar.
Alma sigue igual de tensa, no habla ni contesta a mis preguntas, tampoco era para tanto, no sé por qué mi amiga está tan cabreada conmigo. La noche ha sido de lo más normal, un poco rara la situación de ellos dos, pero nada del otro mundo. Sigo mirándola, pero ella sigue sin decir una palabra, noto en sus ojos el cabreo que tiene ahora mismo.
—¿Estás enfadada conmigo?, no he hecho nada. ¿Qué es lo que pasa para que estés así de cabreada? —pregunto sin dar crédito a todo lo que está pasando entre nosotras.
—Siéntate y no me hagas más preguntas. Tal vez lo que vaya a contarte cambie muchas cosas, nuestra amistad es muy importante para mi. ¿Sabes que las quiero como hermanas, verdad?
—¿Qué he hecho?, me estás asustando, no será para tanto.
—No has hecho nada, todo esto es por mi culpa, déjame hablar bruji, ya es bastante difícil para mi, y no sé como vas a reaccionar. No digas nada, solo escucha, y luego qué sea lo que tu Dios diga.
—Vale, dispara... y antes de que digas nada, para que te quedes más tranquila, nada cambiará entre nosotras, así que relájate un poco, ¿vale? ¡Estás empezando a asustarme!
—Me relajaré, pero será cuando te lo cuente todo. No sé por dónde empezar, no quiero que te asustes, nunca te haría daño. ¿Me crees, verdad?
—Alma, ¡joder, deja de decir locuras!, claro qué sé que no nos harías daño, no eres una psicópata, tía. Te conozco desde que éramos niñas.
—No, no es verdad, hay cosas que no conoces de mi. He estado hablando de eso con Donovan y me da igual las consecuencias, necesito decirte, necesito que me entiendas bruji.
—No sé que intentas decirme, pero soy toda oídos, has captado mi atención con eso de que puedas tener consecuencias.
—Hace años, al principio de venir a vivir aquí, tuve un accidente... si se le puede llamar así. Salí con un grupo de personas, no los conocía mucho. Llevaba poco tiempo viviendo en Londres. Hicimos una quedada, hablaba por Internet con un grupo de gente española, así que decidimos salir. Esa noche fuimos a un local en el Soho, sabes que esa zona tiene mucha vida por la noche.
—Lo sé, nos has llevado allí las otras veces que hemos venido.
—Bien, pues después de estar horas y beber bastante, decidí que era hora de irme, y lo hice sola. Tenía claro que cogería un taxi, pero cuando salí tuve que caminar, no habían, y los que vi ya estaban ocupados. Hacía mucho frío, empezó a llover bastante. Así que me refugié en un portal para protegerme de la lluvia. Lo que no vi, Sorcha... es a quién me estaba siguiendo desde que salí del local.
—¿Y por qué no nos lo has contado? —pregunto sin poder entenderlo.
—Deja que termine, esto es muy difícil para mi.
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Entre Luces y Tinieblas
FantasyLa vida de las hermanas Ryan toman un giro drástico luego de que su único familiar vivo fallece, tomando así la decisión de comenzar de cero acompañadas de su última esperanza. Emprenden un viaje hacia Londres para vivir con Alma, la cual es amiga d...